Un viaje por Europa a través del lujo
Prada y Armani planean abrir nuevos museos en Milán. Se suman a la tendenciade grandes espacios culturales ligados a las firmas más exclusivas
Al norte de Milán, entre las montañas del Piamonte italiano, la marca de telas y sastrería Ermenegildo Zegna cuenta con un tributo a su historia. Casa Zegna es el museo, junto a su fábrica de telas, que la familia ha abierto para explicar cómo se construye una marca mítica a base de artesanía y cuidado por los detalles. El visitante puede aprender desde cómo se busca la materia prima a cómo se confeccionan los mejores trajes. Es solo un ejemplo de una tendencia cada vez más extendida en Europa: el mundo del lujo se convierte en museo.
Prada y Armani están a punto de abrir sendas galerías en Milán. En el caso de la Fondazione Prada, se ubicará en 11.000 metros cuadrados junto al lago Isarco. Es su segunda galería tras la que ya dispone en Venecia, donde se muestran su colección y exposiciones de arte contemporáneo. Giorgio Armani, a su vez, va a invertir 50 millones de euros en un nuevo cuartel central y en el Museo Armani, en la que fuera una antigua fábrica de Nestlé.
De momento, Bernard Arnault, capo del grupo LVMH, ha batido todos los récords con este tipo de centros gracias a la nueva sede de la Fundación Louis Vuitton, inaugurada en octubre. El grandioso edificio ha sido diseñado por Frank Gehry en el ya de por sí espectacular Bois de Boulogne de París. En 11.000 metros cuadrados, se recogen las obras de este nuevo mecenas del siglo XXI. También en la capital francesa, la Fundación Cartier, dispone de una de las más importantes galerías de arte contemporáneo.
La marca rival de LVMH, el gigante Kering, cuenta también con el Museo Gucci en Florencia, junto a la Plaza de la Signoria, donde se pueden apreciar los objetos míticos de la firma. También en la misma ciudad, el Palazzo Spini Feroni acoge el Museo Salvatore Ferragamo, zapatero de los famosos de Hollywood y del cine italiano. En la actualidad, acoge la exposición Equilibrium, un homenaje al calzado perfecto.
La ciudad suiza de Biena acoge desde 1984 el Museo Omega, que propone mediante 4.000 piezas, un viaje a través del tiempo, que incluye varios de los relojes más famosos y emblemáticos en los 120 años de historia de la marca, como los relojes que han ido a la Luna con los astronautas de las misiones Apolo, o los que han pertenecido a reyes, presidentes y exploradores.
En el apacible valle suizo de Joux, la manufactura suiza Jaeger-LeCoultre cuenta también con un pequeño museo con la historia de piezas de lujo hechas a mano por sus expertos.
En España, destaca el Museo Cristóbal Balenciaga, en Guetaria, con creaciones clásicas del diseñador. Desde abril, una colección de 400 vestidos de este modisto, que pertenecieron a la millonaria estadounidense Bunny Mellon, se expondrán en este centro, según avanzó el viernes el diario El Mundo.
Por su parte, la gran marca del lujo español, ha estrenado el concepto de Galería Loewe en Madrid y Barcelona, con zona para exposiciones, sobre su historia y para sus productos más famosos.