Más ricos por el petróleo barato

El desplome del precio del petróleo iniciado a mediados de año y que parece no encontrar suelo es motivo de preocupación para los productores –especialmente Rusia y Venezuela–, que ven hundirse sus ingresos. También para las empresas explotadoras, en general, y muy especialmente para las que utilizan la técnica del fracking –si el precio llega a 40 dólares, ya no será rentable–, e incluso para las economías amenazadas por la deflación, como la europea. Igualmente, los analistas ponen en la parte negativa de la lista de consecuencias lo que esta señala de caída de la demanda y, por tanto, de enfriamiento de la economía. Pero la lista también tiene una parte positiva. La primera, la notan los usuarios a la hora de repostar combustible en la gasolinera. Un ahorro de más de una decena de euros en cada recarga que seguramente se destinarán a consumo. Más allá, y de mantenerse en los actuales niveles durante un tiempo, el ahorro en la factura energética que representa el desplome del crudo supondrá para España un incremento sustancial de la renta disponible de los hogares y empresas. La caída del precio del 50% desde junio inyectará 18.000 millones de euros a la economía, cerca del 2% del PIB, que puede propiciar un impulso en consumo de los hogares además de un importante ahorro de costes para las empresas. Eso sí, conviene no olvidar la volatilidad de tal escenario.