Santander se rearma para crecer

El consejo de administración de Banco Santander comunicó ayer una ampliación de capital por 7.500 millones de euros (casi un 10% sobre el existente) y una severa corrección de su política de remuneración a los accionistas, que supone un abultado refuerzo de su balance. Con la ampliación, que se realizará de forma acelerada entre institucionales y de la que quedan excluidos los accionistas actuales, la entidad acelera la consecución de las ratios de capital exigidas por el mercado y por los reguladores en los próximos años, y se rearma para aprovechar las oportunidades orgánicas que proporciona un mercado bancario cuyo ciclo ha cambiado y que está ya en franca recuperación. En paralelo, da sentido a la política de dividendos, que cuantitativamente solo era sostenible por la emisión dilutiva de nuevas acciones, y rescata el pago mayoritariamente en efectivo, aunque con una menor remuneración agregada. En definitiva, Ana Botín completa así su estrategia, con un nuevo equipo, con una estrategia comercial más agresiva y con una diferente estructura de capital y de remuneración del mismo. Una política diseñada para poner a toda máquina los motores de un banco que gana 5.800 millones al año y que tiene ya un tamaño considerable en todas las zonas calientes del mundo para hacer negocio bancario.