La adopción del euro en Lituania despierta esperanzas y temores
Tres millones de lituanos darán mañana 1 de enero la bienvenida al euro y, con esperanzas y temores, dirán adiós a las litas, la moneda nacional creada en 1922 y recuperada en 1993, dos años después de que Lituania lograra su independencia con el colapso de la Unión Soviética.
El primer ministro lituano, Algirdas Butkevicius, sacará simbólicamente los primeros billetes de euro de un cajero automático en Vilna, poco después de la medianoche.
Junto a Butkevicius estarán el primer ministro de Estonia, Taavi Roivas, cuyo país adoptó el euro en 2011, y el ministro de Exteriores de Letonia, Edgars Rinkevics, cuyo país se sumó a la eurozona hace justo un año.
“Letonia y Estonia son los ejemplos más recientes del cambio exitoso al euro, lo que ha sido un factor importante para la preparación de Lituania en su camino hacia la moneda única”, explica Ruta Rodzko, director del Servicio de estabilidad económica y financiera del Banco de Lituania.
Según apunta Nerijus Maciulis, economista de la filial lituana del banco sueco Swedbank, Estonia y Letonia han demostrado que “los temores eran infundados”, con lo que Lituania puede seguir su ejemplo.
A comienzos de 2013, la mayoría de los lituanos rechazaban el cambio de moneda, pero el 63% lo respalda ahora, según un Eurobarómetro publicado a mediados de diciembre.
La mayor parte de las empresas lituanas creen además que la adhesión a la eurozona abaratará y simplificará sus negocios.
“Exportamos todo lo que fabricamos y la mayor parte a la eurozona. Esperamos ahorrar muchos miles de euros en las transferencias bancarias, que eran muy caras. Los tipos de interés bajos también serán una importante ventaja”, dice Esben Jakobsen, director danés y propietario de la fabrica de muebles Jakobsen Home, situada en la localidad industrial de Alytus.
Como explica Martynas Vegele, que preside JSC Vilpra, una distribuidora de sistemas de aire acondicionado y calefacción, una transferencia de fondos a la eurozona cuesta ahora varios euros, contando siempre con un buen acuerdo con el banco, pero en 2015 costará sólo unos 40 céntimos.
Sin embargo, hay lituanos a los que les preocupa que la adopción del euro sirva para enmascarar subidas de precios, y que temen, por otro lado, que la llegada de la moneda única traiga consigo costes que no pueden trasladar a los clientes.
“Hay empresas que comenzaron con tiempo su preparación para el euro y juegan con ventaja. Por ejemplo, algunas incrementaron los precios de determinados productos en litas para tener una cifra 'más bonita' al convertirla en euros”, apunta Juste Akmenskyte, consultor de mercados con base en Riga.
“La adopción del euro será cara para nuestra compañía”, afirma Laimis Janciunas, director de una empresa que presta servicios de contabilidad online y que deberá adaptar todos sus programas para completar los informes financieros de 2014 en litas y poder realizar la contabilidad de 2015 en euros, todo sin subir las tarifas a sus clientes porque las pymes difícilmente pueden asumir nuevos costes.
Hay defensores del euro, como el europarlamentario lituano Petras Austrevicius, que destacan también la “seguridad” que aportará la moneda única: la eurozona es el núcleo de la UE y entrar en ella “ofrece un nivel superior de seguridad política y solidaridad”, subraya.
“Envía un mensaje claro a Rusia, que el alejamiento de la UE no es una alternativa”, añade Austrevicius, que apoyó con firmeza la adhesión al euro como miembro del Parlamento lituano antes de ser elegido para al Eurocámara en los últimos comicios.
La presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaite, ha lanzado en los últimos meses las más duras críticas a la anexión de Crimea por parte de Moscú y a su apoyo a los rebeldes en el este de Ucrania, calificando a Rusia de “estado terrorista”.
Lituania, no obstante, tiene una minoría rusa que representa sólo el 5,8% de la población y pocos motivos para temer que crezca la oposición al gobierno o el número de defensores de una mayor relación con Moscú.
Mañana, tras recibir el julio el visto bueno del Consejo Europeo, Lituania, miembro pleno de la UE desde 2004, se convertirá en el socio 19 de la eurozona.