El gasto con tarjeta supera los 100.000 millones de euros
Las tarjetas bancarias echan humo. Tras varios años de declive, este medio de pago ha resurgido con fuerza y va camino de marcar el mejor año de su historia. La tenue recuperación de la economía española y la lenta pero constante tendencia a sustituir los pagos en metálico por pagos electrónicos son las principales palancas que explican el cambio de tendencia.
De acuerdo con los últimos datos divulgados por el Banco de España, en el primer trimestre de 2014 el gasto con tarjetas (que no incluye las retiradas de dinero en los cajeros automáticos) fue de 23.900 millones de euros, el segundo trimestre fue de 26.200 millones y el tercero de 27.700 millones, con tasas de crecimiento interanual del 6,3%, del 9,12% y del 7,34%, respectivamente.
El gasto agregado hasta septiembre suma ya 78.800 millones de euros y, teniendo en cuenta la tendencia previa y el hecho de que el cuarto trimestre sea el periodo en que se concentra el mayor uso de tarjetas del conjunto del año, todos los expertos consultados apuntan a que la barrera de los 100.000 millones se rebasará con toda seguridad al cierre del ejercicio. En 2013, el gasto agregado con tarjetas ascendió a 98.500 millones de euros, tras registrar un crecimiento del 1,18%. En 2012, en cambio, este tipo de pagos bajó un 0,9%, debido a la recesión.
El número de operaciones realizadas, que da idea del grado de dispersión de los pagos con tarjetas, también va camino de batir todos los récord. Hasta septiembre se habían producido ya más de 1,8 millones de transacciones de este tipo y, de mantenerse la tendencia, se rebasarán los 2,5 millones en el conjunto del ejercicio.
‘Plásticos’ en circulación
A diferencia del volumen de pagos y el número de operaciones, la cantidad de tarjetas en circulación sigue muy estancada. La profunda reestructuración que ha sufrido el sector financiero español ha hecho que desaparezcan –intervenidas o absorbidas– una treintena de entidades financieras, lo que ha repercutido en el número de tarjetas.
Justo antes de que la crisis financiera internacional golpeara con fuerza a España y pinchara la burbuja inmobiliaria, llegó a haber 76,4 tarjetas bancarias, más de dos por adulto. En 2011 la cifra bajó de los 70 millones y actualmente está en 68,28 millones de plásticos (25 millones de débito y 43 millones de crédito). Dentro de esta última modalidad, se empieza a ver una cierta recuperación:en 2013 crecieron un 4,68% y al cierre del primer semestre de 2014 avanzaban un 6,68%.
El auge de las tarjetas de crédito también se aprecia en el crecimiento del gasto mensual, que alcanza un 24,5%, hasta rozar los 300 euros, según el Barómetro Anual de Tarjetas 2014 publicado por Mastercard y realizado a partir de 12.000 entrevistas entre abril y julio de este año. Con tarjeta de débito, la subida ha sido más moderada, de un 13,5 % hasta 227 euros.
“Parece que este año va a ser bueno y así lo perciben los usuarios”, explicaba el director general de Mastercard para España, Ovidio Egido, en la presentación del informe.
A pesar de los 69 millones de tarjetas en circulación, el 80% de los pagos aún se realizan en efectivo, lejos de otras áreas de nuestro entorno, como los países nórdicos, donde la proporción es inversa. Cada español tiene 1,7 tarjetas de pago, el nivel más bajo de toda la serie histórica.
Uno de los factores que también explica la reactivación del gasto con tarjeta bancaria es el fuerte crecimiento de los pagos por internet. Uno de cada cuatro españoles realiza compras online, frente al 9% de hace una década. Del total, el 42,6 % las realizan jóvenes de entre 18 y 34 años, en tanto que entre 35 y 54 años la proporción desciende al 29,8%, que se desploma hasta un 6,9% a partir de los 55.
Aunque la mayor parte de las compras online se centran en la adquisición de billetes de avión, tren o barco (un 30,9%), la proporción ha caído de forma notable desde 2011, cuando representaba un 44,4 %, en favor de la adquisición de ropa, que supone ya un 27,6 %.
El consumo de electrónica concentra el 20,8% del total, y las reservas de hoteles, un 15,5%. Donde no ha llegado a arrancar la compra electrónica es en la alimentación: solo un 4,2% del total.