Coca-Cola prepara el despido de 2.000 trabajadores
El fabricante estadounidense de bebidas refrescantes Coca-Cola tiene previsto recortar al menos entre 1.000 y 2.000 empleos en todo el mundo en las próximas semanas, lo que supondría su mayor ajuste de plantilla en 15 años, según informa 'The Wall Street Journal'.
El diario explica que, aunque algunos analistas esperaban estos recortes para noviembre, la empresa está aún calculando el número de puestos a suprimir. Según fuentes conocedoras, los trabajadores estadounidenses afectados serán informados el 8 de enero, mientras que a nivel internacional el plazo se ampliará al 15 de enero.
Aunque algunas fuentes calculan que los despidos oscilarán entre 1.000 y 2.000, otras creen que superarán los 2.000 en una plantilla que contaba con 130.600 trabajadores a finales de 2013. La última vez que Coca-Cola llevó a cabo un recorte similar fue en el año 2000, cuando suprimió más de 5.000 empleos.
El impacto de estos recortes se espera que sea significativo en su sede central en Atlanta y las oficinas corporativas regionales, donde el 10% de la plantilla puede perder su empleo. De momento, las áreas de embotellamiento y distribución, que representan el 85% del personal, apenas se verán afectadas por el recorte.
Asimismo, el periódico añade que la empresa está introduciendo medidas presupuestarias más estrictas, como pedir a sus directivos que cambien limusinas por taxis o no celebren su “esplendida” fiesta de Navidad para los analistas de Wall Street.
Estas decisiones forman parte del plan de reducción del gasto de 3.000 millones de dólares (2.464 millones de euros) anuales hasta 2019 anunciado en octubre después de avisar de que no cumpliría los objetivos de beneficio este año y el próximo debido al menor consumo de bebidas refrescantes, su negocio más rentable durante décadas.
Según 'The Wall Street Journal', este gesto de austeridad supone todo un “shock” para la cultura de la compañía, que tradicionalmente ha recurrido al crecimiento, en vez de al recorte, para prosperar.
Sin embargo, los inversores dudan de que la compañía pueda llevar a cabo su plan y de que los recortes sean suficientes, como demuestra que el valor de las acciones de Coca-Cola haya caído un 2,2% desde que presentó el plan.
“Su historial de recorte del gasto no ha sido muy sólido, por lo que existen reticencias entre los inversores”, afirma el analista de Sanford Bernstein Ali Dibadj, quien cree que los ajustes deberían ser de entre 3.000 y 4.000 millones de dólares (entre 2.464 y 3.285 millones de euros) para ser tan eficiente como otras empresas del sector.
Coca-Cola anunció en la publicación de los resultados del tercer trimestre que tomaría medidas para fortalecer su desempeño financiero en el largo plazo, entre ellos un plan de incentivos para elevar el crecimiento de los ingresos y el beneficio, que incluye este recorte del gasto.
En el informe, publicado en el mes de octubre, informó de que también adoptaría medidas para racionalizar y simplificar su organización y llevaría a cabo la reorganización de la mayoría de sus franquicias embotelladoras en Estados Unidos de aquí a finales de 2017.