El vino de Toro se hace museo
Castilla y León estrena una oferta cultural de interior en Zamora. El recién creado Museo del Vino de la bodega Pagos del Rey en Morales de Toro (Zamora), se une a los destinos turísticos más visitados de la provincia para atraer turistas a una zona habitualmente olvidada.
Desde el 1 de enero de 2015, el museo ofrecerá una entrada conjunta por cuatro euros que permitirá la visita adicional de uno de los monumentos más concurridos de la región, la Colegiata de Santa María de la Mayor de Toro, que se comenzó a construir en el siglo XII, o una segunda opción de un conjunto de iglesias románicas de la ciudad.
Esta iniciativa pretende atraer a nuevos turistas al moderno museo, situado en una población de apenas 1.000 habitantes en el corazón de la histórica denominación de origen de Toro.
El museo se enclava en la antigua bodega de la cooperativa vitivinícola Nuestra Señora de las Viñas. Cuando el grupo Félix Solís Avantis, empresa bodeguera de Valdepeñas (Ciudad Real) compró la entidad, construyó una nueva bodega y el viejo edificio se rehabilitó totalmente para ofrecer una exposición permanente sobre la cultura del vino.
Pagos del Rey ha respetado la estructura interior de la antigua bodega en el nuevo museo de 3.000 metros cuadrados. Dos tercios corresponden a la zona de jardín, donde se muestras grandes piezas históricas de las labores de la vendimia. Desde carros de transporte, prensas o una bonita furgoneta de los años cincuenta. Incluso se ha creado una pequeña zona de cultivo con las diferentes cepas de la zona, para que el visitante aprecie las diferencias entre la uva tinta de Toro (tempranillo), verdejo, malvasía o garnacha. “Queremos hacer divulgación y promoción de la cultura del vino en una de las regiones vinícolas más importantes de España”, explica Rodrigo Burgos, director de Pagos del Rey Museo del Vino.
Las 350 piezas del museo pertenecen a la familia Solís, a la fundación local González Allende y otras han sido adquiridas expresamente para la colección. En el interior se conservan los 28 depósitos de hormigón de la antigua cooperativa, 14 a cada lado de la zona inferior de exposiciones. Allí se explica la historia del vino en las civilizaciones, su elaboración, reproducciones de vasijas o información sobre las distintas denominaciones de origen, además de contar con pantallas táctiles para apreciar paisajes de viñedos por diferentes partes del mundo, la simbología de esta bebida o viejas canciones del folklore local. La visita también se anima con vídeos que se proyectan dentro de algunos de los tanques que antaño servían para hacer vino.
Uno de los lugares más bonitos del museo es el mirador de las barricas, desde donde se pueden ver los cientos de toneles donde la actual bodega envejece sus vinos. Allí, el autómata Venancio le enseñará como fabricar uno de estos barriles. La visita siempre acaba con una cata y un aperitivo.
Desde Madrid se llega a la zona de Toro por carretera en dos horas. Para alojarse en la zona y disfrutar de un fin de semana existen varias buenas opciones. Tanto el cercano pueblo de Tordesillas como la capital Zamora dispone de Parador. Además, en las afueras de Toro, el hotel de cinco estrellas Valbusenda está concebido como bodega y spa.