Mercadillos de Navidad, ¿me ayudan a ahorrar?
Está más cerca de lo que pensamos. Las fiestas de Navidad son casi una realidad. Las luces están ya puestas y encendidas, los árboles de Navidad ya lucen adornados y los hogares empiezan a vestirse también con espumillón y destellos de luz. Una época adorada por muchos en la que el gasto puede verse disparado. El año pasado el gasto estimado por los españoles en la época navideña se situó en torno a los 671 euros según el Estudio de consumo navideño de elaborado por Deloitte.
El presupuesto para esta época es posible reducirlo, al menos en lo que a ocio y compras de adornos se refieren sabiendo acudir a los establecimientos adecuados. Ahorrar en Navidad es posible. Los mercadillos navideños son una tradición y en ellos se pueden encontrar aquellos artículos que se necesitan, además de ser todo un plan de ocio.
¿En qué me benefician?
- Se puede encontrar de todo. Cualquier pequeño objeto que se busque puede ser encontrado en un mercadillo navideño. Para los amantes de la Navidad y de todo lo que la rodea, es el sitio perfecto. Acudiendo solo a un mercadillo es posible encontrar todo lo necesario para adornar la casa en Navidad, por lo que se puede ahorrar tiempo. Es muy común poder completar todas las figuritas del Belén visitando un solo mercadillo e incluso visitando solo un puesto.
- Plan familiar low cost. La visita de estos mercadillos puede ser una gran opción de ocio para toda la familia. Los niños tienen vacaciones y buscar cualquier plan con el que hacer que la ilusión de la Navidad permanezca y a la vez tenerlos entretenidos es casi una obligación. Es un plan gratuito –si no se compra nada– o con el que gastar muy poco. Los niños así se sentirán partícipes de los preparativos de la Navidad.
- Visita casi obligada de turismo. Casi cada ciudad española –desde las más pequeñas hasta las más grandes– y del mundo cuenta estos días y hasta al final de la época navideña con mercadillos navideños que quedan situados en los lugares más emblemáticos. Por ejemplo en Madrid en la Plaza Mayor podremos encontrarnos con uno, en Bilbao lo sitúan en el Mercado de la Calle Bailén, en Barcelona se llama la Feria de Santa Lucía o ya fuera de España en la Plaza Wenceslao de Praga o los mercados Chistkindlmärkte en Viena.
Pop-up stores, otra forma de comprar
Sin ser un mercadillo como tal, las llamadas pop up stores o pop up shops son otra forma de compra que es tendencia en todo el mundo. Este tipo de comercio consiste en nuevos espacios de venta de productos en un plazo de tiempo corto. Se trata de tiendas temporales que muestran sus productos, buscan darlos a conocer y venderlos a través de una experiencia de compra distinta.
Este tipo de establecimientos son capaces de crear un ambiente de compra único en el que el cliente es el protagonista ya que existe un gran grado de interactividad. Además es frecuente que, debido a su corto espacio de tiempo en el que están abiertas, oferten sus productos con descuentos –algunas marcas organizan pop up stores con el objetivo de vender el stock–. En la época previa a Navidad, quizá sea un buen momento para poder buscar y encontrar el artículo que se quiere a través de una pop up store.