Ayudas a parados productivas
La propuesta que Mariano Rajoy prevé presentar formalmente hoy para conceder una nueva ayuda a los parados de larga duración que han agotado todas las prestaciones es, sobre todo, una puesta en escena en la que patronales y sindicatos no deben aparecer como actores secundarios. Con las negociaciones aún abiertas a última hora de ayer, y discrepancias en cuanto a las cantidades, los plazos, el número de beneficiados y las condiciones de acceso, llama la atención que Moncloa haya convocado esta reunión incluso antes de lo previsto, y que lo haya hecho al más alto nivel y cuando el acuerdo no estaba ya íntegramente cocinado. Es posible que queden flecos sueltos, a pesar de los “acuerdos importantes con los agentes sociales” que, según la secretaria de Empleo, Engracia Hidalgo, se manifestarán hoy en la reunión con el presidente del Gobierno. Lo deseable es que la nueva modalidad de ayudas se implemente con el consenso de Ejecutivo, patronal y centrales sindicales. Lo contrario indicaría, según las partes, o prisas electoralistas o demandas poco justificables. En cualquier caso, las ayudas nunca se deben repartir a la rebatiña y mucho menos plantear como un regalo, sino en clave productiva, como un apoyo a cambio de intensa búsqueda de empleo –o de autoempleo– por parte de los beneficiados.