Cómo podemos conseguir que las empresas aprovechen el plan Juncker
Cómo incentivar a las empresas a pedir préstamos del Programa de Juncker
Sabemos que las empresas en Europa temen una recesión y deflación que reduzca la demanda. Muestran aversión a la toma de riesgos. Pero el Fondo Europeo de Inversiones Estratégicas es un instrumen to que llega tarde pero mejor de lo que sus críticos afirman. No fija cuotas nacionales para los 62.000 millones de euros que el BEI prestará a las empresas. Se elegirán a los proyectos que ofrezcan mayor rentabilidad. Esto equivale a un inusual ejemplo de meritocracia europea.
España creó más de seis millones de empleos entre 1995 y 2005, aunque sabemos que fue con un modelo insostenible en el que la construcción llegó a límites estratosféricos. Sin embargo, crear 1 millón de empleos con 62.000 millones de euros de préstamos del BEI es factible. En EE.UU. se calcula que cada 1.000 millones de dólares de inversión en construcción o mejora de autopistas crea 42.000 empleos durante un año. Por lo tanto, 1.240 millones de euros (cambio hoy) multiplicados por 62 equivalen a 76.880 millones de euros que el BEI puede prestar a las empresas. Si utilizamos la regla de tres referente al empleo en autopistas y carreteras en EE.UU., los 62.000 millones de euros crearían en un año aproximadamente 3,2 millones de empleos.
El artículo 107 del Tratado de Lisboa regula las ayudas estatales que la ley de competencia de la UE permite. Dicho artículo acepta subvenciones públicas a empresas privadas que proporcionen beneficios sociales a los ciudadanos, a regiones con un nivel de vida y tasa de empleo bajo, proyectos de interés europeo, sectores económicos que la UE considera necesitan un trato más favorable y países impactados por adversidades económicos. Por ello, animemos a las empresas españolas a solicitar préstamos al BEI puesto que necesitamos una red eléctrica conectada a la francesa y portuguesa para exportar la energía renovable que generamos y nos sobra, construir el gaseoducto Mitcat, el corredor del Mediterráneo, conectar el AVE con Portugal y Francia, y modernizar nuestros puertos y ferrocarriles de mercancías para que puedan convertir a España en un hub logístico y energético de Europa.