BT-O2-Telefónica: Una operación multimillonaria
Una vez que BT y Telefónica comunicaron oficialmente la existencia de contactos, en el mercado se empezaron a hacer valoraciones sobre la posible transacción. En este sentido, Macquarie Group valoró tanto O2 como Everything Everywhere en cerca de 15.000 millones de dólares (unos 12.000 millones de euros).
Ante estas cifras, en el mercado se cree que BT podría ofrecer una participación en su capital a los accionistas, bien de O2 (en este caso Telefónica), bien de EE (Orange y Deutsche Telekom). La firma Jefferies señaló que en caso de integrar O2 en BT libre de deuda, Telefónica podría tomar cerca de un 20% del capital del antiguo monopolio británico, del que ya fue socio junto con MCI en la época de Juan Villalonga.
De ser así, Telefónica pasaría a ser el primer accionista de BT con una amplia diferencia. Actualmente, Blackrock es el primer inversor del grupo británico con un 5,63% del capital, por delante de Invesco con el 4,79%.
Una de las cuestiones que tendrá que resolverse es si Telefónica permanecería en Reino Unido como accionista de BT o bien optaría por una venta total de O2. De elegir esta última vía, la operadora española, que este año ha afrontado ambiciosas adquisiciones en Alemania y Brasil, podría concentrarse en mercados donde cuenta con una mayor ventaja competitiva. Además, podría destinar una parte de los fondos recibidos a reducir deuda. Telefónica cerró septiembre con una deuda de 41.200 millones de euros, por debajo del objetivo anual de 43.000 millones, si bien, de incluirse algunas operaciones cerradas con posterioridad, la deuda sería de 44.879 millones.
En cualquier caso, todas las partes tienen por delante una negociación complicada. Lo cierto es que BT mantiene una posición financiera fuerte, con una deuda neta total de 7.063 millones de libras (unos 8.920 millones de euros) a la conclusión de su primer semestre fiscal, 1.011 millones menos que en la misma fecha del ejercicio anterior.
En septiembre pasado, Moody’s confirmó el rating de BT en Baa2 con perspectiva positiva. La agencia de calificación destacó que la decisión refleja la sólida y estable evolución operativa, con la ejecución del plan de negocio y los esfuerzos de la empresa para reducir la deuda financiera neta.
No obstante, BT se enfrenta a algunos problemas. El más relevante es el déficit de su fondo de pensiones, que a 30 de septiembre se situaba en 5.900 millones de libras (unos 7.450 millones de euros), 100 millones más que en junio. Además, BT se enfrentará a la subasta de los derechos televisivos de la Premier League, a partir de la temporada 2016-17. En este caso, Moody’s señala que la teleco deberá demostrar que puede rentabilizar los contenidos audiovisuales.
Asumiendo un déficit estable en las pensiones, la agencia espera que el ratio de deuda neta frente a Ebitda mejore en los próximos 12 meses hasta el entorno de las 2,8 veces, frente a las 3,3 veces registradas a final del ejercicio 2013-14. En la presentación de los resultados del primer semestre, BT aseguró que va a seguir impulsando su política de reducción de deuda, con el objetivo de situar el rating en Baa1.
No obstante, la operadora quiere seguir siendo generosa en los planes de retribución a los accionistas. De esta forma, BT insistió en que espera elevar el dividendo entre un 10% y un 15% en los próximos dos ejercicios fiscales, además de mantener el plan de recompra de acciones, destinando cerca de 300 millones de libras en cada uno de los próximos tres años.
De todas formas, si finalmente hay acuerdo para comprar O2 o EE, es probable que BT tuviera que reajustar sus previsiones. Y es que la empresa tendrá que hilar muy fino para obtener un precio razonable que le permitiera rentabilizar su apuesta móvil junto con su actual oferta de fibra.