Un provocador en Barclaycard Center
Lleva prácticamente toda su vida rodeado de fans. En una primera etapa, de todos aquellos seguidores de eventos deportivos, a los que acudía en su faceta de periodista dedicado al mundo del deporte. Y ahora, en su etapa como consejero delegado de Impulsa Eventos e Instalaciones, Manuel Saucedo, granadino, de 56 años, trabaja arropado por los fans de los cantantes o grupos musicales que actúan en el Barclaycard Center (antiguo Palacio de Deportes de Madrid), de cuya gestión se ocupa desde principios de este año.
Retazos de un pasado deportivo
El despacho de Manuel Saucedo es pequeño, si se compara con las dimensiones que se gasta el recinto en el que trabaja. En la estancia hay rastro de su paso por el mundo del deporte, sobre todo en una selección de fotografías, cuyos cuadros decoran una pared, que editó hace unos años el diario deportivo francés L'Équipe. “Siempre me han acompañado en todos los despachos que he ocupado. Me gustan porque me recuerdan a una época y mi gran pasión, que es el deporte". En una columna de cemento tiene pegadas, también como si de un periodista se tratara, las acreditaciones de los conciertos –Il Divo, Laura Pausini, Elton John...– y eventos a los que ha asistido desde su llegada a Barclaycard Center.
A pesar de que la mesa del despacho está aparentemente ordenada de papeles, afirma que es bastante caótico. Y cuando tiene un rato libre, que no son muchos, acostumbra a correr y a pensar en sacarle el mejor partido a este palacio, que en breve recibirá a Sabina, Bisbal, El Barrio, la fiesta de los 40 Principales. Se trata de un colectivo, el musical, que lo tiene impresionado, pero sobre todo por los montajes que se manejan y la profesionalidad con la que se trabaja. “El mundo del show es apasionante, es como una burbuja, donde todo está pensado para cuidar al artista. Algunos son más divos que los grandes divos del deporte”, señala. Pero ante todo busca, porque así lo requiere el banco patrocinador Barclays, además de resultados, reputación.
Lo primero que advierte es que desde hace semanas llevan acampadas unas jovencitas en la puerta del recinto para conseguir estar en la primera fila en el concierto que Malú ofrecerá este sábado. “Es admirable y es un mundo tan apasionante como el deportivo", afirma este ejecutivo, cuyo primer cometido en este proyecto es eliminar todo rastro del anterior nombre, el Palacio de Deportes, y consolidar la nueva nomenclatura, Barclaycard Center. “Es un nombre comercial y estamos convencidos de que es el futuro, va a ser un éxito". A ello, asegura, contribuirá el millón de euros que se ha invertido hasta la fecha en mejorar las instalaciones, de más de 77.800 metros cuadrados, de los cuales 4.500 metros son de pista, que se evacua en cuatro minutos y medio. En los próximos años se prevé destinar a mejoras un total de cuatro millones de euros.
De todo ello habla en un espacio, a pesar de las citadas magnitudes, bastante reducido, a pie de calle. Fue un despacho heredado, al que no le ha prestado mucha atención, salvo para colgar un par de cuadros y poco más. Su obsesión es sacarle el máximo rendimiento a este centro y que no sea un lugar solo de conciertos musicales ni de eventos deportivos. Es sede de los equipos de baloncesto del Real Madrid y de Tuenti Móvil Estudiantes, albergó el mundial de Basket 2014 y acogerá el año próximo la final Four. “Es un sacrilegio que no tengamos una actividad diaria, ya que reunimos las condiciones técnicas para hacerlo. Nuestro espacio es multidisciplinar y las empresas ya nos están eligiendo para organizar eventos aquí", señala Saucedo, que tiene previsto cerrar el año con un saldo positivo de 160 eventos.
El aforo es de 15.500 personas y sueña con llegar a jugar en la gran liga en este tipo de recintos, que son los que superan los 17.000 espectadores. “Es la única manera de ser rentable". Incrementar la capacidad de asistentes lo conseguirá cuando amplíe el sistema de evacuación del pabellón. “Es importante porque somos un activador de la economía madrileña, aportamos un tanto por ciento notable al PIB de la comunidad. Hay que incentivar la industria del turismo musical”.
Saucedo sabe que ocupará este cargo al menos durante una década, ya que la concesión del centro es de diez años fijos, a los que se pueden añadir otros cinco más. En su equipo trabajan 18 personas y en una "noche loca", como el reciente concierto de Enrique Iglesias, pueden trabajar en el montaje más de 500 profesionales de 20 empresas. Su jornada laboral también se ha ampliado: “Trabajas toda la semana preparando un evento y luego tienes que asistir a él".
A pesar de que se siente periodista, a lo largo de su trayectoria siempre ha estado involucrado en la gestión. A ello ha contribuido también el programa de dirección que realizó hace unos años en el IESE. De lo que está aprendiendo ahora es de música. “Soy nuevo en esta disciplina y, por tanto, soy un provocador. No soy respetuoso con lo establecido, lo cuestiono todo".
Fruto de ese inconformismo nació la versión española del Oktoberfest alemán, que se celebró en este espacio el pasado mes de septiembre. Y el próximo año volverá el festival de la cerveza a Madrid. “Queremos llenar Madrid de eventos", concluye.