Shánghai-Hong Kong: el tren que derriba fronteras
China ha sido la historia de crecimiento de las últimas tres décadas. También ha estado en gran medida fuera del alcance de los inversores. Pero eso está a punto de cambiar. Shanghái-Hong Kong Stock Connect abre un nuevo capítulo en la integración financiera de China con el mundo, y con el tiempo reorganizará la dinámica de los flujos de inversión globales.
Stock Connect, por primera vez, permitirá a los ciudadanos de China continental invertir directamente en acciones extranjeras y dará a los inversores globales acceso directo al mercado de valores de China.
Estrictos controles de capital han aislado los mercados financieros chinos. La inversión en el exterior asciende solo al 3% del PIB en China, frente al 49% del PIB en EE UU. El contraste es aún más claro en la inversión extranjera: solo el 4% del PIB en China frente al 86% en EE UU. Stock Connect es un primer paso crucial hacia la reducción de esas brechas. Inicialmente, el programa solo incluye las Bolsas de Shanghái y Hong Kong, y los dos canales están sujetos a la vez a una cuota diaria y a un cupo agregado. Pero si la historia sirve de guía, las cuotas se incrementarán y el programa se ampliará para incluir la Bolsa de valores de Shenzhen y posiblemente otros activos, tales como materias primas, bonos y derivados.
Las implicaciones de Stock Connect son de largo alcance. Va a desatar los enormes ahorros de China en los mercados financieros globales. Los ciudadanos chinos guardan más de la mitad de sus ingresos, lo que les convierte en los ahorradores más entusiastas del mundo. Pero tienen pocos canales de inversión. Uno de los mayores incentivos de Stock Connect es sencillamente la diversificación de la cartera. Los individuos con alto patrimonio en China invierten solo el 5% de su riqueza en el extranjero, mientras que sus homólogos de otros países invierten el 24% de sus activos fuera de sus regiones de origen. Los inversores globales han tenido un acceso limitado al crecimiento de China. La facturación en la Bolsa de Hong Kong ha aumentado considerablemente desde el anuncio de Stock Connect, en parte porque los inversores anticipan que los flujos sustanciales harán subir el doble las acciones cotizadas una vez que este funcione.
Además habrá demanda de los inversores en índices internacionales. Una vez que la Bolsa de Shanghái se vuelva ampliamente accesible, es solo cuestión de tiempo antes de que las acciones de clase A se incluyan en los índices de mercados emergentes como FTSE y MSCI, una medida que impulsará la demanda adicional de los fondos negociados en Bolsa.
En la actualidad, los inversores institucionales están poco representados en los registros de las acciones chinas. La proporción del total del mercado de la capitalización de los inversores minoristas es del 83%, mientras que la participación de los institucionales nacionales y extranjeros es del 16% y 1%, respectivamente. Un marcado contraste con el promedio de los mercados emergentes: un 35% para los inversores minoristas, un 39% para los institucionales nacionales y un 25% para los extranjeros.
Stock Connect confirma el estatus del renminbi como moneda de inversión global. Su utilización transfronteriza ha aumentado rápidamente en los últimos años. El año pasado, el 18% del comercio de China se estableció en yuanes, un aumento desde el 2% en 2010. Los flujos de capital en renminbi también han ido aumentando y se ha establecido un vibrante mercado de bonos Dim Sum fuera de China.
Con Stock Connect, la separación entre los inversores chinos y sus homólogos globales es cada vez menor. Aunque el tamaño de China signifique que cualquier relajación de sus controles de capital tendrá importancia para el resto, la integración de China en los mercados mundiales de capital conducirá a una mayor participación en el riesgo y la liquidez. La apertura financiera china al mundo proporciona una nueva fuente de financiación y creará una base de inversores diversificada y global más estable. Más compañías internacionales pueden optar a cotizar en Hong Kong ahora que pueden tantear al capital chino. Y en el futuro, las OPV en China pueden convertirse en asuntos mundiales con la participación de inversores internacionales.
Stock Connect marca una página importante en el desarrollo de los mercados mundiales de capital. Va a eliminar la barrera entre las Bolsas de Shanghái y Hong Kong. Incluso puede servir como un ejemplo de colaboración entre otras Bolsas del mundo.
Gordon French es Head of Global Banking and Markets Asia-Pacific’ de HSBC Bank plc