¿Qué productos no debes comprar de segunda mano?
El poder adquisitivo de los españoles ha descendido, así como también ha descendido su capacidad de ahorro, situándola según el Instituto Nacional de Estadística en el 15% de la renta disponible. Todo ello, sumado a la necesidad del hombre de seguir viviendo y adquiriendo bienes y servicios ha provocado que las personas estén más receptivas y abiertas a otros modos de adquisición de dichos bienes y servicios.
Con la crisis, los mercados de segunda mano se han convertido en la primera opción para muchos, que buscan ventajas en el precio renunciando a tener entre manos un producto recién salido de la fábrica. El término “segunda mano” deja de tener ese matiz peyorativo que solía tener y es asimilado y admitido como una forma más de compra de cualquier producto, desde móviles hasta viviendas, pasando por coches, libros de texto o incluso ropa.
Pero que este mercado haya crecido en los últimos años no significa que todo valga para ser vendido de segunda mano. Existen productos que aunque sí se venden siguiendo este concepto, no es recomendable adquirirlos. Aquí unos ejemplos de lo que nunca deberíamos comprar de segunda mano:
- Neumáticos. Es un componente principal del vehículo y del que depende la seguridad. El precio es el principal atractivo de esta posible compra, pero hay que valorar la vida útil del neumático y la seguridad que aportará. Se asumen riesgos que no compensan el ahorro, ya que se desconoce de dónde viene ese neumático ya usado y por qué se dejó de usar. Es posible buscar el ahorro en segundas marcas o en búsqueda más intensiva de neumáticos nuevos en vez de acudir al mercado de segunda mano.
- Calzado. Cada pie es un mundo y cada zapato termina adaptándose al pie de quien lo ha llevado y a su forma de caminar. Utilizar el calzado que previamente ha llevado otra persona puede ser perjudicial para los propios pies. Además el asunto de la higiene resulta otro punto clave. Por ello no resulta recomendable la compra de calzado de segunda mano aunque sí es una práctica que se lleva a cabo, sobre todo en calzado que está en muy buen estado o que es seminuevo (con pocas horas de uso).
- Ningún producto que tenga que ver con la higiene y estética. Puede resultar obvio, pero la tendencia a la reutilización de prácticamente cualquier cosa puede suponer pasar por alto la higiene personal y accesorios estéticos (peines, esponjas…). No todo vale.
Auge de los establecimientos de venta de segunda mano
Una situación económica delicada a nivel nacional, ha provocado que el ingenio se agudice y que los precios reducidos sean la gran baza para los empresarios. Por ello las compañías dedicadas a la venta de segunda mano han visto cómo sus ventas crecían, y no solo eso sino que la propia necesidad de liquidez de las personas ha hecho que se amplíe el catálogo de cosas que comprar en este tipo de establecimientos.
Los portales web de anuncios clasificados se han multiplicado, lo usuarios que venden y compran son cada vez más. Además, el auge de los dispositivos móviles y el desarrollo de aplicaciones están haciendo que el mercado se acelere y aumente en usuarios, ventas y productos disponibles.