Doce claves del desplome en Bolsa de Abengoa y de las dudas del mercado
Abengoa presentó sus cuentas de los primeros nueve meses del año el miércoles tras el cierre de la Bolsa. Al día siguiente, sus acciones B (las que cotizan en el Ibex) cayeron un 18,2% y el viernes, se desplomaron un 36,6% adicional. Además, los dueños de su deuda comenzaron a vender. Los bonos verdes destinados a proyectos medioambientales que colocó el pasado septiembre cerraron el viernes con una rentabilidad (que se mueve de forma inversa al precio) del 13,2%, cuando inicialmente se emitieron a un interés del 5,5%.
Estas son 12 claves que explican el desconcierto sobre las cuentas de Abengoa y su fuerte castigo en los mercados.
1 Los analistas achacaron en un principio las caídas en Bolsa a la rebaja de previsiones para 2014 (en jerga bursátil, hizo un profit warning). La compañía dedicada a negocios de ingeniería, construcción y energía ha revisado a la baja su previsión de ingresos, hasta un rango de entre 7.400 y 7.500 millones desde los entre 7.900 y 8.000 millones. La principales causas: un nivel de contratación en el tercer trimestre débil y el impacto de las divisas.
2 La primera clave es importante, pero después los expertos cayeron en la cuenta de que es más relevante aún la fórma en la que Abengoa muestra su deuda. La compañía informó de que la deuda corporativa neta (de la que responde la matriz) alcanza los 2.125 millones de euros. Pero el mercado considera que el dato es incorrecto. Los inversores creían que los bonos verdes emitidos por su filial Abengoa Greenfield por unos 500 millones de euros eran también considerados deuda corporativa, pero nos los incluyó dentro de esos 2.125 millones.
3 Los 500 millones, sin embargo, están garantizados por la empresa y por otras filiales, por lo que deberían computarse como deuda corporativa, según la agencia Fitch, que monitoriza su capacidad de pago. Es más, la compañía desveló el viernes que no solo eran 500 millones los no incluidos en a deuda corporativa neta, sino 1.592 millones.
4 La deuda sin recurso es aquella en la que los tenedores no pueden apelar a la matriz en caso de problemas, de ahí que no la incluya dentro del epígrafe "deuda corporativa". Es decir, tiene menos garantías de pago. Como ha dicho la propia compañía, hay un montante que no se incluye pero que esencialmente goza de las mismas garantías que la corporativa y que, de acuerdo a Fitch, debería computarse como deuda por la que responde la matriz.
5 Abengoa envió en la madrugada del viernes al sábado (a las 00.50 horas) más información sobre sus cuentas en la que aclara una serie de temas. Uno de los más relevantes es su compromiso con las entidades financieras de que su ratio de deuda financiera neta respecto al beneficio bruto de explotación (ebitda) no supere las 3 veces hasta el 31 de diciembre de este año y quede por debajo de las 2,5 veces a partir de esa fecha. "Para asegurarse un nivel adecuado de capacidad de repago de la financiación corporativa con relación a su capacidad de generación de caja, Abengoa tiene establecido ante las entidades financieras el cumplimiento de un ratio financiero deuda corporativa neta entre ebitda", explica.
6. En las cuentas revisadas enviadas a la CNMV, Abengoa muestra que a finales de septiembre su deuda corporativa asciende a 2.375 millones, algo más del doble del beneficio bruto de explotación (ebitda), que se sitúa en 1.071 millones. De ahí, que su ratio de endeudamiento se sitúe en 2,3 veces. Sin embargo, el miércoles aseguró que su deuda corporativa neta era de 2.125 millones y que su ratio de endeudamiento frente al ebitda quedaba a cierre del trimestre en 2,1 veces.
7. Al margen de la deuda corporativa, Abengoa informa de una “financiación sin recurso” que se sitúa en 7.181 millones, de los que 1.592 millones son “sin recurso en proceso”, una modalidad para la que la empresa da explicaciones detalladas y que a cierre de 2013 ascendía a solo 577 millones.
8. En caso de que Abengoa incluyera los casi 1.600 millones de euros que no ha computado como deuda corporativa, su ratio de endeudamiento superaría los umbrales acordados con las entidades financieras
9. Los estados financieros resumidos consolidados a 30 de septiembre incluyen una revisión limitada de Deloitte. La auditora concluye que no hay indicios que hagan pensar que las cuentas no han sido elaboradas conforme a las normas internacionales. Incluye demás un párrafo de énfasis para aclarar que no se contiene toda la información que requerirían unos estados financieros consolidados completos, según informa Europa Press.
10. Fitch lanzó el viernes una nota en la que ponía la lupa en los datos proporcionados y decía que, según sus criterios, la ratio de endeudamiento de Abengoa ronda las cuatro veces el ebitda, porque incluye esa deuda adicional y además no computa 1.000 millones de euros de caja en efectivo, porque considera que dicho importe no puede ser usado para repagar deuda con recurso. De ahí que asegure que su ratio real de endeudamiento duplica al oficial y por tanto supera los límites acordados con los acreedores.
11. Fitch mantiene el rating de Abengoa en B+ –una nota de deuda altamente especulativa– con perspectiva negativa (abre la puerta a una bajada de la calificación) y advierte que “seguirá de cerca” la respuesta de la dirección a la actual “agitación” del mercado y el acceso de la compañía a los mercados de capitales en los próximos días para analizar un posible deterioro adicional de su perfil crediticio.
12. Abengoa ha convocado a los analistas e inversores a una conferencia el lunes 17 de noviembre a las 9.00 (hora española) en la que el consejero delegado de la empresa, Manuel Sánchez Ortega, informará a los analistas e inversores para aclarar la información adicional sobre las cuentas del tercer trimestre.