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La compañía ha caído hoy un 36,6% en Bolsa

Abengoa se hunde un 48% en dos sesiones: ¿Qué ocurre?

Primera planta híbrida (solar-gas) en construcción en el mundo de Abengoa.
Primera planta híbrida (solar-gas) en construcción en el mundo de Abengoa.

La confianza del mercado en Abengoa está por los suelos. Ytodo, en principio, por la forma en que presentó sus cuentas de los primeros nueve meses del año. Los inversores consideran que la ratio de apalancamiento de 2,1 veces respecto al beneficio bruto de explotación no es la correcta.

Tras presentar sus resultados el miércoles con el mercado cerrado, las acciones B de Abengoa (las que están en el Ibex) concluyeron la sesión del día siguiente con una caída del 18,2%. Se culpó a una bajada de las perspectivas.

La compañía dedicada a negocios de ingeniería, construcción y energía revisó a la baja su previsión de ingresos, hasta un rango de entre 7.400 y 7.500 millones desde los entre 7.900 y 8.000 millones. Debido, principalmente, a un nivel de contratación en el tercer trimestre débil y al impacto de las divisas.

Pero ese no era ni el único ni el principal motivo de los problemas en Bolsa de Abengoa. La empresa, controlada por los Benjumea – que tienen cerca de un 58% de los derechos de voto– asegura que su deuda corporativa neta (de la que responde la compañía) se situó a cierre de septiembre de 2.125 millones de euros. Con este importe, su ratio de endeudamiento se situaría respecto al beneficio bruto de explotación (ebitda) se situaría en unas 2,1 veces. Pero los inversores consideran que esta fórmula de computar la deuda no es adecuada.

Fitch ha publicado una nota en la que reitera su rating sobre la deuda de la compañía de B+ (cuatro escalones por debajo del grado de inversión) con perspectiva negativa y en la que advierte que, de acuerdo a su metodología, la ratio de endeudamiento de Abengoa para el conjunto del presente año es de cuatro veces.

El problema radica en los bonos emitidos por Abengoa Greenfield el pasado septiembre por unos 500 millones de euros. “Fitch considera que estos bonos son deuda con recurso, por tanto afectan a las ratios de endeudamiento de nuestro perímetro de rating. Dicho perímetro básicamente contiene el negocio con recurso del grupo excluyendo la deuda que Fitch considera sin recurso (en una gran parte project finance)”, explica Borja Monforte, director de ratings de empresas de Fitch.

La deuda sin recurso es aquella en la que los tenedores solo pueden apelar al proyecto como garantía de pago y no a la compañía. Sin embargo, Abengoa reconoce que esos bonos verdes tienen la misma garantía que los bonos incluidos como deuda corporativa y están garantizados por la compañía y por algunas filiales. De ahí que el mercado no entienda la fórmula de cómputo. Es más, no son solo los alrededor de 500 millones vendidos el pasado septiembre, sino que la “sociedad tiene contabilizados 1.592 millones de euros de financiación puente bajo esta clasificación a 30 de septiembre de 2014”, informó la compañía a la CNMV el pasado viernes.

Las acciones B (cada una con un derecho de voto) de Abengoa llegaron a desplomarse el viernes un 62%, aunque cerró con un descenso del 36,6%. En dos días han perdido un 48,2%. Las acciones A (cada una con 100 derechos de voto) cayeron el viernes un 24,8%.

Los dueños de todos los bonos de la compañía desataron una oleada de ventas que provocó una caída de precio y una subida de rentabilidad,que se mueve de forma inversa al precio. Así, los bonos verdes emitidos por Abengoa Greenfield cerraron con un rendimiento del 13,2%, cuando fueron emitidos con una rentabilidad del 5,5%.

Abengoa marcó máximos en 4,69 euros el pasado 4 de septiembre.

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