Dos causas y cuatro consecuencias de la caída del petróleo
El precio del petróleo se mantiene hoy en el entorno de los 82 dólares, mínimos desde 2010. El hecho de que el crudo se encuentre en tan bajos niveles tiene varias consecuencias y también múltiples implicaciones políticas y geoestratégicas. Hoy, el barril de petróleo Brent repunta hasta los 83 dólares por el rumor de una explosión en una refinería en Arabia Saudí y por unos inventarios de petróleo menores de lo esperado en EE UU. Al margen de datos coyunturales, estos son seis aspectos claves que se deben tener en cuenta en esta situación, causas, consecuencias e implicaciones de la caída del petróleo.
Causa 1. Más oferta y menos demanda. El petróleo cae, dejando al margen las batallas políticas entre los exportadores de crudo, por dos razones: hay más oferta y se teme que decaiga la demanda. Así, los malos datos macroeconómicos conocidos hoy en China y en Europa han avivado los temores a una menor demanda global de petróleo. “La oferta es más alta y las expectativas de demanda se rebajan casi cada día”, resume Hans van Cleef, economista del sector energético de ABN Amor citado por la agencia Reuters. Eso mientras sube la oferta. Por ejemplo, la producción de crudo de Brasil marcó un récord de 2.358 millones de barriles al día en septiembre. Es un 13% más que un año atrás. Además, la continuidad de la producción en Irak y Libia a pesar de que se esperaba una interrupción por los conflictos que viven ambos países, añade presión a la baja a los precios del crudo.
Causa 2. Implicaciones políticas. En medio de tantos debates sobre el oro negro, el ministro de petróleo saudí Ali al Naimi está haciendo estos días su primera visita en años a Venezuela y México, también exportadores de petróleo. Aunque el propósito oficial del viaje no es hablar del declive de los precios del petróleo, la reunión llega a pocas semanas de la reunión de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) donde existe una división entre los países que presionan para rebajar la producción y proteger así el precio del crudo, como Venezuela, y los que, como Arabia Saudí, han afirmado que se encuentran cómodos con el barril de petróleo en niveles de 80 dólares.
Otro factor más se añade a las perspectivas futuras del precio del crudo, también político. El 24 de noviembre es la fecha límite para concluir las negociaciones nucleares con Irán. Los expertos de Nomura indican en un reciente informe que un fracaso en esas negociaciones podría “añadir inmediatamente presión al alza del precio del crudo”. Hasta ahora, afirman, el precio del petróleo ha caído más por cuestiones de oferta y demanda que por decisiones políticas.
El citado informe de Nomura incluye posibles motivaciones políticas de Arabia Saudí respecto a su previsible decisión de no reducir la producción de petróleo. Son tres: actuar en colaboración con Estados Unidos para dañar a Rusia (poco probable en opinión de Nomura), forzar la caída del precio del petróleo para dañar a los nuevos productores de crudo de esquisto en Estados Unidos (aunque creen que sería necesaria una caída mayor para dañar a estas empresas) o actuar unilateralmente para dañar a Irán (algo que es significativamente más probable, aunque duda de que exista una política deliberada a estos efectos).
Consecuencia 1. Daño a los países exportadores. Los expertos de Barclays destacan en su informe diario de mercado que “con el precio del barril de petróleo Brent en su nivel más bajo desde octubre de 2010, las divisas de los países exportadores siguen cayendo”. Así, indican que el dólar canadiense y la corona noruega están en sus niveles más bajos contra el dólar desde 2009. Malasia, el único exportador neto de energía en Asia, ha visto como su divisa se depreciaba un 2,5% frente al dólar.
En este sentido, la cotización del precio del petróleo condiciona en buena medida la marcha de las economías de los principales países productores. En el caso de Rusia, el gas y el petróleo representan la mitad de los ingresos del Estado. En Venezuela, la caída del precio del petróleo podría obligar al Gobierno de Maduro a hacer reformas si no quiere entrar en impago. Por eso, el país sudamericano defiende que la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) recorte la producción de crudo para proteger el precio.
Consecuencia 2. Más presión deflacionista. Otra consecuencia directa de una caída en el precio del petróleo sería una caída de la inflación, algo especialmente inquietante en la zona euro, donde existe un riesgo de deflación. La caída del precio de la energía, en teoría, empuja a la baja la inflación. Está por ver si será tanto como para que el BCE se vea obligado a actuar para combatir el fantasma de la deflación. Miguel Ángel Paz, director de la unidad de gestión de Unicorp, recuerda que "Arabia Saudí ha lanzado un órdago claro de que tiene capacidad de sobra para vender más petróleo y más barato. Tienen mucho más margen que Estados Unidos para ello y todo apunta a que tendremos petróleo barato por bastante tiempo".
Conseciencia 3. Petroleras tocadas en Bolsa. La bajada del precio del petróleo también daña en el mercado bursátil a las empresas del sector petrolero, que ayer fue el peor del continente en el parqué. Aun así, los expertos de Citi se muestran confiados en un reciente informe sobre el potencial del sector en el parqué. “Los resultados del tercer trimestre muestran que el sector mantiene su capacidad para gestionar su negocio en un aterrizaje suave del precio del petróleo”, explican. Según los analistas de la firma británica, los beneficios de las grandes petroleras en el tercer trimestre estuvieron un 5% por debajo de las estimaciones del consenso, pero se mantuvieron un 8% por encima del mismo periodo del año anterior a pesar del débil comportamiento del precio del petróleo.
Conseciencia 4. Pérdida de soportes. El barril de petróleo Brent está en zonas nunca antes vistas en cuatro años. Para quienes decidan invertir en materias primas, esto supone una situación técnica relevante. Los análisis técnicos de Renta 4 explican que "en las últimas semanas ha perdido la zona de soporte de mediados de 2013 así como el paso de la directriz alcista que une los mínimos de 2001 con los de 2009. El precio queda libre de soportes hasta la zona de mínimos de 2011 en los 73 dólares por barril". En su opinión, las resistencias inmediatas se sitúan en 83,4 dólares y 94,4 dólares. Por eso, aunque consideran que empiezan a verse síntomas de sobreventa, aconsejan esperar.