Una política gradual en EE UU
El nuevo Congreso de Estados Unidos parece solo un poco diferente del anterior. Con los republicanos disfrutando de una nueva pero escasa mayoría en el Senado, su Partido apenas tiene poder pero puede establecer la agenda para los próximos dos años. Necesitarán la bendición de algunos demócratas y del presidente Barack Obama para hacer ajustes a la legislación. Esto favorece un enfoque gradual para gobernar.
Las infraestructuras pueden ser un punto de partida ideal. Ambas partes admiten que el gasto en proyectos básicos de transporte o energía ha sido insuficiente. Para una mezcla aceptable políticamente, la izquierda tendrá que renunciar a algunas ambiciones de proyectos verdes y necesitará echar mano de capital privado para reducir al el coste para los contribuyentes y para satisfacción de los conservadores.
La reforma migratoria será más difícil. Pero hay espacio para algún cambio. Que los conservadores aprobaran la amnistía para los inmigrantes indocumentados podría alterar a la base del Partido Republicano. Eso implica que el presidente tendría que aceptar medidas que restringen su capacidad para suavizar la aplicación. Incluso un modesto paso adelante podría beneficiar a los republicanos si ayuda a influir en los votantes latinos a medida que se acerca la próxima carrera presidencial.
La reforma del impuesto de sociedades es otra carga pesada. La reciente moda que lleva a las empresas estadounidenses a comprar empresas extranjeras para adoptar sus regímenes impositivos más bajos, motiva para actuar. Ambas partes están mayoritariamente de acuerdo en eliminar las deducciones corporativas para bajar las tasas dominantes. Luego deben ponerse de acuerdo sobre un plan de ingresos neutral, en que los republicanos cedan los recortes de impuestos para las empresas y los demócratas renuncien al gasto en otros programas.
Imaginar grandes iniciativas sería una fantasía. Modificar leyes aún jóvenes es más realista. Pero si ambas partes deciden gobernar gradualmente el progreso es posible.