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Anunció hoy una delegación "eventual" de funciones

Cepyme fuerza la salida de su presidente Jesús Terciado

Jesús Terciado, presidente de Cepyme
Jesús Terciado, presidente de Cepyme
Raquel Pascual Cortés

El presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Jesús Terciado, anunció a última hora de la tarde su dimisión “con efectos inmediatos”. Esta decisión llegó inesperadamente después de que el líder patronal hubiera anunciado a primera hora de la mañana que iba a “delegar sus funciones temporalmente en alguno de los miembros del Comité Ejecutivo” de la organización y no haber logrado, a lo largo del día, un nombre de consenso dentro de la organización para desempeñar estas funciones.

El motivo que argumentó Terciado, para abandonar temporalmente es que pese a que aunque no se encuentra inmerso en ninguno de los supuestos que contempla el código ético de CEOE, considera que su decisión “evitará cualquier intento de instrumentalizar la denuncia presentada por tres representantes de Cepyme de Salamanca contra mí en el proceso electoral abierto en CEOE”. En esta denuncia, que se encuentra en fase de diligencias previas los empresarios salmantinos acusan a Terciado de un mal uso de fondos de la organización durante su gestión.

Sin embargo de los argumentos de Terciado se desprende que a quien no quería perjudicar Terciado es al actual presidente de CEOE, Juan Rosell, quien le ha respaldado siempre y que luchará contra Antonio Garamendi, actual vicepresidente primero de Cepyme, por la presidencia de la patronal el 17 de diciembre.

En un principio, distintas fuentes patronales interpretaron el paso adelante que dio Terciado como una maniobra para impedir que la comisión de régimen interno, que se reunió por la tarde, no forzara su dimisión. Si se veía obligado a dimitir, Garamendi –vicepresidente primero de Cepyme– ascendería a la presidencia y sería el quien nombraría a los vocales para las elecciones, lo que podría perjudicar a Rosell. Ante esto, una delegación temporal de funciones en alguien de su confianza y de la de Rosell parecía la solución.

Sin embargo, los acontecimientos se produjeron de una forma muy distinta. Los miembros de la comisión de régimen interno no aceptaron la fórmula de la delegación de funciones y forzaron a Terciado a dimitir de forma unánime. De hecho la decisión se produjo con los votos secretos de los ocho miembros de la comisión formada por representantes de las organizaciones del metal, la construcción, el comercio, Andalucía, Cataluña, Madrid, Valencia y Aragón de Cepyme.

Tras esta dimisión, que según Terciado se produjo “dadas las dificultades existentes para elegir a la persona que ostentara la delegación de las funciones de la Presidencia de esta Confederación”, aún no se sabía con seguridad quien le relevará en el cargo. Aunque lo previsto es que fuera Garamendi, lo más probable es que se decida en una inminente reunión del comité ejecutivo de Cepyme, según fuentes empresariales.

No es la primera vez que un dirigente empresarial intenta apartarse solo a medias por intereses personales. Una maniobra muy similar fue la llevada a cabo por el presidente de la patronal madrileña (Ceim), Arturo Fernández, hace apenas un mes. Presionado tras verse implicado en el escándalo de tarjetas opacas de Bankia, anunció que dejaba la vicepresidencia primera de CEOE y que pondría en marcha la maquinaria electoral en la patronal madrileña para que le sustituyeran en ambas organizaciones. Sin embargo, al igual que Terciado, no dijo cuándo se iría de CEIM, donde sigue como presidente y mantiene la potestad de nombrar a los vocales que elegirán al presidente de CEOE en nombre de los empresarios madrileños.

Acusaciones de cobros irregulares

El titular del juzgado de instrucción número 33 de Madrid es el encargado de investigar al presidente de la patronal Cepyme, Jesús Terciado, por presuntos cobros irregulares a esta organización a través de empresas de su propiedad.

En esta denuncia tres vocales de Cepyme en Salamanca aseguran que durante los años 2011 y 2012, las sociedades Ingasert y Tecrucyl, ambas administradas por Terciado, facturaron a Cepyme un total de 313.320 euros sin haber realizado trabajo alguno para la patronal de las pymes. Los denunciantes aseguran que han extraído estas cuentas de los libros de contabilidad de Cepyme, y “otras averiguaciones”.

Precisamente por este asunto, el juez llamó la pasada semana a declarar en calidad de imputados a otros dirigentes patronales. En concreto, se cita al expresidente de Cepyme, Jesús Bárcenas;al gerente de la confederación, José Manuel Vilar Martínez;y al secretario general de la confederación, José Alberto González Ruiz.

El auto del juez en el que llamó a declarar a estos tres directivos patronales estaba acompañado del informe del Ministerio Fiscal, que se oponía al archivo de la causa al entender que existen elementos probatorios para entender que los hechos investigados pudieran ser constitutivos de delito de falsedad y estafa o apropiación indebida.

Sin embargo, esta denuncia no evitó que Terciado fuera reelegido presidente de Cepyme el 25 de junio tras obtener el 80% de los votos favorables de la Asamblea General.

Tras la delegación temporal de funciones anunciada ayer, se abre la incógnita de si Terciado volverá a Cepyme y cuándo lo hará. De momento, ayer aseguró que su marcha “es una decisión firme y sincera” como se espera de quienes ostentan responsabilidades” y también es: “para realizar una mejor defensa de mi actuación en Cepyme ante una denuncia que considero infundada”.

Sobre la firma

Raquel Pascual Cortés
Es periodista de la sección de Economía, especializada en información sobre empleo, Seguridad Social, pensiones y relaciones laborales. Licenciada en C.C. de la Información por la U. Complutense, empezó a trabajar en Cinco Días en 2000 y antes pasó por las secciones de política y economía de la agencia Europa Press y por el diario Soria 7 Días.

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