Draghi afronta la reunión del BCE bajo la presión de su consejo
Las reuniones mensuales del BCE suelen celebrarse bajo la fuerte presión de los mercados, acostumbrados a los estímulos de los bancos centrales, que han hecho posible un rally en la Bolsa y en la deuda que en Europa dura ya desde el verano de 2012. Pero en la reunión que se celebra mañana en Fráncfort habrá un nuevo elemento de presión, esta vez interno.
Según publicaba ayer la agencia Reuters, haciéndose eco rumores que circulan desde hace días por Bruselas y Fráncfort, los miembros del consejo de gobierno del BCE están dispuestos a mostrar al presidente, Mario Draghi, sus discrepancias acerca del estilo con que el banquero italiano dirige la institución. Los reproches se centran en su reciente política de comunicación y en la falta de actuaciones más colegiadas, en las que se fomente el debate en mayor medida. Fuentes del BCE citadas por Reuters apuntan a que el estilo de Draghi tiende más al secretismo y es menos comunicativo con el resto de miembros del consejo de gobierno del BCE que su antecesor, Jean- Claude Trichet.
Respecto a la política de comunicación, la crítica se centraría en haber avanzado, aunque sin grandes concreciones, una cifra para el programa de compra de deuda bancaria, al señalar la intención de elevar el tamaño del BCE al de principios de 2012, lo que supondría adquisiciones por una cuantía de alrededor de un billón de euros. Las fuentes del BCE citadas por Reuters se lamentan de que con esta declaración, ya se ha marcado una referencia concreta para las medidas que pueda tomar la institución. “Creó exactamente la expectativa que queríamos evitar”, añaden las citadas fuentes internas del BCE.
Draghi ha señalado en las últimas reuniones que la disposición del consejo de gobierno a tomar las medidas que sean necesarias es unánime, si bien ha reconocido discrepancias en cuanto al programa de compra de deuda anunciado en septiembre. Las principales críticas procederían del Bundesbank alemán, partidario de que la solución a la crisis llegue de las reformas estructurales pendientes en Francia o Italia.
Mensajes recientes con clara carga política
Las crecientes críticas que rodean al presidente del BCE, y que tienen su epicentro en Alemania, coinciden con un momento en que el propio Mario Draghi insiste en anunciar las limitaciones de la institución en la búsqueda de soluciones a la crisis económica, que amenaza con llevar a la zona euro a una nueva recaída en la recesión. Draghi se ha lamentado en varias ocasiones de que el BCE no puede abordar en solitario la tarea y ha reclamado a Francia e Italia que concluyan las reformas estructurales y a los países con margen fiscal, que incentiven las políticas de estímulos, en clara alusión a Alemania. En paralelo, el BCE ha realizado una primera subasta TLTRO de liquidez condicionada al crédito y ha iniciado el programa de compra de cédulas y titulizaciones para alentar la financiación bancaria.