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El país árabe rebaja el precio del petróleo que exporta a EE UU

Las gasolinas se hunden por la guerra de precios saudí

El barril de petróleo Brent cotiza a 82,6 dólares, mínimo de cuatro años Estrategia para dañar la revolución del fracking y el petróleo de esquisto en EE UU

Gasolinera en Arabia Saudí
Gasolinera en Arabia SaudíReuters

Miedo a una guerra de precios de la energía. Arabia Saudí ha decidido hoy bajar el precio del petróleo que exporta a Estados Unidos. Esto, sumado a los rumores sobre un aumento de las reservas de crudo del primer país productor del oro negro está provocando un desplome en el precio del petróleo. Así, el barril de crudo Brent cae por debajo de los 83 dólares, mínimo de cuatro años, mientras que el barril de Texas marca su nivel más bajo desde 2011. También caen con fuerza los precios de la gasolina y el gasóleo.

En un movimiento que ha pillado por sorpresa al mercado, el organismo que controla las exportaciones de petróleo de Arabia Saudí ha decidido rebajar el precio de sus envíos de petróleo a Estados Unidos mientras que ha aumentado lo que cobra en sus exportaciones a Asia y Europa, según un documento de correo elect´ronico de la insitución fechado ayer, según la agencia Bloomberg. Las reservas de petróleo de Estados Unidos subieron la semana pasada hasta los 1,9 millones de barriles, máximo en cuatro meses, algo que también contribuye al descenso de los precios del crudo.

Arabia Saudí ve cómo sus exportaciones de petróleo a Estados Unidos no hacen más que caer, en gran parte porque el país va camino de ser autosuficiente desde un punto de vista energético gracias a la revolución del fracking. Salvo un breve periodo de tiempo entre 2009 y 2010, las exportaciones saudíes a Estados Unidos están en su nivel más bajo desde 1988 y en agosto las importaciones de crudo saudí en la primera economía mundial fueron solo un 70% de la media de los últimos diez años.

Hoy, el príncipe saudí Alwaleed ha declarado que el país debería lanzar un fondo soberano para proteger a su economía de la extrema dependencia del petróleo. "EL presupuesto de Arabia Saudí depende en un 90% del petróleo. Ya he dicho que es un grave error", ha afirmado hoy el influyente príncipe saudí. Según el FMI, Arabia Saudí necesita que el precio del barril de petróleo esté en los 91 dólares en 2015 para mantener el equilbrio de su economía. Con esta propuesta, Alwaleed defiende buscar alternativas que atenúen el impacto sobre su economía de la caída de precios del crudo. Aunque este responsable no tiene competencia directa sobre las políticas económicas del país, sí refleja la preocupación de parte de las autoridades del país por la caíd del precio del petróleo.

Según el jefe de estrategia de materias primas de Saxo Bank, Ole Hansen,  los saudíes están buscando "reconstruir la cuota de mercado" en América.  "La gente está entrando en pánico", ha afirmado un estratega consultado por la agencia Bloomberg, quien destaca que "existe la creencia de que Arabia Saudí está en una guerra de precios energéticos". Este último movimiento del primer exportador de petróleo llega, en efecto, en un momento de creciente nerviosismo, entre rumores de una guerra de precios que podría tener como finalidad dañar la revolución energética de Estados Unidos. Con esta bajada de precios los principales damnificados serían los productores de petróleo mediante la técnica del fracking, que se verían presionados por este movimiento. Así, Arabia Saudí estaría entrando en competencia directa con los productores de petróleo de esquistos.

La versión oficial es que Arabia Saudí ha recortado el precio al que exporta el petróleo a Estados Unidos para así ganar en competititivad frente a sus rivales en este mercado, en especial Canadá e Irak. No obstante, lo que ha subido Arabia Saudí es el diferencial que aplica al precio del petróleo que exporta a Estados Unidos. El país establece un diferencial sobre un nivel de referencia para igualar el precio en las distintas regiones. Es algo habitual, explican John Kemp, analista del mercado de la agencia Reuters, que no debería ser interpretado aún como una guerra de precios para perjudicar a los productores energéticos en Estados Unidos. El sector energético anota descensos en Wall Street por la fuerte caída del precio del crudo.

La intención de esta rebaja de precios, pues, no sería declarar una guerra de precios, pero esta sí puede ser la consecuencia lógica de este movimiento porque si todos los productores reaccionan para proteger su mercado, en algún momento alguien deberá frenar esta dinámica y reducir la producción.

Miguel Ángel Paz, director de la unidad de gestión de Unicorp, cree que todo indica que Arabia Saudí ha empezado una guerra de precios. "Con el petróleo corrigiendo, y el dólar fortaleciéndose, es difícil que se produzca un rebote en el índice general de materias primas, que cotiza en mínimos desde 2012". Este experto añade otra consecuencia de la caída del precio del crudo, combinado con la apreciación del dólar: que la inflación seguirá bajo presión.

El mercado debate ahora sobre si la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidirá reducir su producción en la reunión que celebrará este mes. Los países que forman esta organización, en especial Arabia Saudí, han declarado en las últimas semanas que se encuentran cómodos con un barril de petróleo en el entorno de los 70-80 dólares.Aunque el consenso cree que no se reducirá la producción el 27 de noviembre, los expertos consultados por la agencia Reuters sostienen que se está subestimando esa opción. En caso de que la OPEP decida rebajar la producción será la primera vez que lo haga desde que estalló la crisis financiera en 2008.

Existe una división clara entre los distintos países que forman parte de la OPEP. Así, Venezuela y Ecuador defienden una acción conjunta de la organización para defender los precios del crudo, mientras que el ministro de Exteriores de Emiratos Árabes Unidos declaró la semana pasada que el grupo de productores de crudo no están preocupados por el nivel actual de precios. Irak y Kuwait han declarado que una reducción de la producción para proteger los precios no es probable, al tiempo que el secretario general de la OPEP ha afirmado que la producción del próximo año no diferirá en exceso del de este ejercicio.

Lo cierto es que el petróleo se encuentra en una dinámica que empuja a la caída del precio porque aumentan las reservas de los países productores al tiempo que desciende la demanda por la ralentización del crecimiento económico mundial.

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