El reto del nuevo presidente de Shell
El nuevo presidente de Royal DutchShell tiene que aprender rápido. Charles Holliday ha sido nombrado con el precio del petróleo desplomándose hacia 85 dólares el barril. Holliday, primer estadounidense en liderar la junta directiva de la petrolera anglo-holandesa, fue presidente de Bank of America y tiene experiencia en la industria pesada. Ingeniero, dirigió la empresa de productos químicos DuPont durante una década hasta 2009 y supervisó la escisión de Conoco. Ha sido director no ejecutivo de la junta directiva de Shell desde 2010. También, refuerza sus credenciales ecologistas, como ex presidente del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible.
Pero puede que los inversores también quieran asegurarse de que Holliday puede comprometerse con los desafíos de la industria petrolera. Las oportunidades llegan de lugares cada vez más difíciles y requieren una tecnología más sofisticada para extraer y procesar el producto.
Unos precios del petróleo más bajos solo hacen que el reto de la gestión sea más difícil. Shell ha salido más rápido de lo esperado de sus puntos bajos de 2013. El beneficio neto ajustado se incrementó en más del 30% en el tercer trimestre gracias a los fuertes márgenes de refinación y al elevado margen de los barriles. El flujo de caja operativo de 11.100 millones de dólares (unos 8.800 millones de euros) fue suficiente para cubrir tanto los gastos de capital como el dividendo por cuarto trimestre consecutivo, según calcula Morgan Stanley.
Unos precios del crudo más bajos solo hacen que el reto de gestionar la petrolera sea más difícil
Sin embargo, como regla general, una caída de 30 dólares en el precio del petróleo significa alrededor de 10.000 millones de dólares menos en el flujo de caja operativo para Shell. Por ahora, la fortaleza de su balance implica que puede resistir la presión. El apalancamiento ronda el 12%. Pero Shell, junto con todas las petroleras, debe hacer buenos juicios sobre el gasto y los costes. También tiene que tomar decisiones en un contexto geopolítico complejo y con inevitables cambios en el precio del petróleo. El nuevo presidente tiene una vital importancia y un difícil papel que desempeñar.