Las empresas cobran 153 millones con más de 120 días de retraso
Según el informe sobre Comportamiento de Pagos en España, esta cantidad es un millón de euros superior si la comparamos al trimestre anterior.
La morosidad es uno de los principales problemas a los que se enfrenta el tejido empresarial español, desde las grandes corporaciones hasta los trabajadores autónomos. El retraso en los pagos, ya sea desde instituciones públicas o privadas, genera una serie de retrasos en la progresión de una empresa de difícil recuperación, y que lastran la evolución de una organización. En consecuencia, la salida de la crisis y la estabilidad también se alejan. Según datos del informe sobre Comportamiento de Pagos, correspondiente al tercer trimestre del presente año, la situación mejora en cuanto a fecha de pagos de facturas adeudadas. Pero todavía queda camino por recorrer.
Lo certifican datos como el destacado en el mencionado estudio, y que pone de manifiesto que a día de hoy, más de 153 millones de euros son pagados con más de 120 días de retraso sobre el periodo legal establecido, que es de 30 días para las instituciones públicas y 60 para las privadas. La buena noticia es que esta cantidad es tan sólo el 1% de los importes de las facturas con demora, pero aún así sigue siendo una cantidad nada desdeñable que, a buen seguro, desearían tener las empresas en sus arcas. Por otro lado, si comparamos estos datos con las del trimestre anterior, descubrimos que el dinero de facuras impagadas cuatro meses después del periodo legal establecido ha subido casi un millón de euros.
Cantidad de dinero pagada de forma puntual
Según Informa, más de 4.500 millones de euros son abonados dentro de los plazos estabecidos por la ley. Pero el montante más importante de pagos se encuentra dentro de los 30 días de demora, ascendiendo a casi 10.400 millones de euros, 500.000 euros más que en los tres meses anteriores.
Todas las franjas de periodos de pago han aumentado las cantidades facturadas en comparación con el año pasado, lo que es síntoma de que hay mayor movimiento empresarial. Todas menos una: anticipos. Los importes de facturas que ha sido abonadas por adelantado han caído de forma drástica. En apenas un año el descenso es de un 24,4 %, pasando de 1.600.000 euros a 1.241.000 actuales.
