Y el día después, ¿qué? Emisión de ‘cocos’ y ampliaciones de capital
Y por fin se han conocido los resultados de los test de estrés y de la calidad de los activos bancarios, conocidos por sus siglas en inglés AQR. ¿Y a partir de ahora qué pasará? Pues depende de a qué experto del sector financiero preguntes, aunque, en general, hay algo en lo que casi todos coinciden. “El mercado ya descontaba estos resultados desde hace semanas”. Solo unos pocos aseguran que la Bolsa subirá hoy considerablemente por los positivos resultados obtenidos por la banca española en el ejercicio conjunto de los AQR y los test de estrés.
Los analistas y los banqueros, lo mismo que ministros y supervisores, llevan semanas declarando que las entidades españolas han afrontado estas pruebas con “tranquilidad”, y es esa tranquilidad la que ya descuentan los mercados desde hace semanas. “Llevamos mucho tiempo preparándonos para este examen”, comenta el director financiero de una entidad mediana.
De ahí que el día después, hoy, estos mismos expertos aseguren que no prevén efectos resaca en las cotizaciones de los bancos españoles. Solo un susto lo haría. Eso no quita que la estela de los test de estrés y de los AQR se extienda durante varios meses, ya que el objetivo de estos exámenes es devolver la confianza al mercado para disipar cualquier duda existente sobre la salud del sistema financiero europeo. Además, forman parte del examen de graduación de la banca con el que se inaugura la supervisión única europea, aquella de la que se lleva años hablando y de la que parecía muy lejana su implantación. Pero parece que todo llega, y esta ha llegado.
El pasado jueves, de hecho, el Banco Central Europeo (BCE) abrió una consulta pública para que los bancos comerciales de la zona del euro hagan comentarios sobre su propuesta de regulación de la forma en que deberán presentar la información financiera de supervisión. La consulta incluye una audiencia el 13 de noviembre en su sede central. La entidad monetaria publicó también el jueves un borrador de regulación de la forma en que los bancos deberán presentar la información financiera de supervisión. La consulta se desarrollará durante seis semanas, hasta el 4 de diciembre de 2014, justo un mes después de que la supervisión única haya iniciado su andadura.
El efecto de los test será a más largo plazo. “Puede pasar más de un mes para que se detecte el efecto de estas pruebas”, explica un analista. Varias entidades tienen en su cajón el diseño de emisiones, sobre todo de cocos, o lo que es lo mismo, de bonos convertibles contingentes (son un tipo de títulos convertibles en acciones), y de ampliaciones de capital, que comenzarán a desempolvar en las próximas semanas/meses.
También verán la luz nuevas operaciones de venta de carteras y activos, eso sí, a precios más ventajosos para el vendedor y menos para el comprador. “Una vez que las necesidades de venta son menos acuciantes y la recuperación económica es más palpable, los precios de la demanda y de la oferta se acercan. Y eso es lo que va a ocurrir a partir de ahora. Los descuentos en estas operaciones serán menores que los aplicados hasta ahora”, sostiene un experto en estas ventas.
Estas operaciones se acrecentarán por dos razones, explican los expertos e incluso directivos de las entidades que tienen pensado acudir a los mercados: reforzarán más su capital no ya para cumplir con los test, sino también por las exigencias del mercado, que reclama más capital que el meramente regulatorio, dicen, y otras opiniones aseguran que el BCE también tendrá que ver en estas nuevas operaciones para captar capital. Y es que a las entidades que pasen ajustadamente los test de estrés, el supervisor europeo les encomendará una serie de medidas para reforzar su solvencia. No quiere sustos y opta por la prudencia. A ello se suma la presión del mercado, y más vale actuar con rapidez que dejar enquistar un mal ahora leve, pero que puede llegar a ser nefasto.
Directivos de las entidades que tienen en mente apelar al mercado en fechas próximas aseguran que han preferido esperar a que se conozcan los resultados de los test de estrés al temer que, si lo hubieran hecho antes, se les hubiera estigmatizado como un banco con necesidades de capital. Otros ejecutivos del sector afirman que tras comprobar los resultados de las pruebas, lo lógico es que los precios de las colocaciones bajen, razón por la que es preferible emitir ahora cocos, cuyos tipos de interés serán más bajos que los que se debía ofrecer hace unos meses.
Los analistas parece que lo tienen claro. Las entidades que amplíen capital en los próximos meses lo harán porque su salud es débil, aunque no hayan suspendido. Y entre los que emitan cocos habrá de todo, “sanos, supersanos y menos sanos”.
Ah, también recuerdan que habrá fusiones, aunque aún serán nacionales. Y apuntan a Italia como el país que más operaciones de integración protagonizará a medio plazo.