El cambio de hora tampoco genera ahorro a las pymes españolas
El cambio de hora otoñal no supone un ahorro para las empresas y, según diversos estudios, incluso supone un incremento del gasto. El ahorro para las pequeñas y medianas empresas tampoco es significativo en primavera. Apenas un 1%, y sólo durante los primeros días del cambio.
Nos aproximamos a un nuevo cambio horario. Los españoles estamos más que acostumbrados a esta rutina que nos hace ganar una hora en una estación del año y perder otra en la opuesta. Unas modificaciones de horario que siempre han estado relacionadas con un supuesto ahorro de energía. Mito que en los últimos años se han encargado de desmontar diversos estudios aplicados al uso doméstico de la energía en los hogares españoles. Pero, ¿y las empresas? ¿Ahorran las pymes con el cambio de hora? Tampoco.
El cambio de hora en otoño incluso incrementa el gasto energético
Según un estudio elaborado por ANAE, Asociación de los consumidores de energía, donde sí se puede hablar de ahorro es en el cambio que se produce en primavera. Aunque desde la organización insisten en aclarar que, según los datos extraídos en el año 2012, este ahorro primaveral puede alcanzar, a lo sumo, un 1%. El análisis reconoce que cae el consumo, aunque lo cierto es que esa disminución se debe más a la entrada de temperaturas más suaves que al propio cambio horario en sí mismo.
El dato más revelador, y que certificaría el aumento de consumo, se da en otoño. Según las gráficas que manejan en la Asociación de consumidores, el cambio horario tampoco afectaría a un ahorro considerable del gasto energético, precisamente por la misma razón: la entrada de temperaturas más bajas. De hecho, las mediciones realizadas por ANAE confirman que en ese mes siempre habrá un aumento del consumo, independientemente de las modificaciones horarios que se realicen. Con respecto al mes de septiembre, octubre obtuvo un repunte del 6% de media en el consumo energético en empresas.
En cualquier caso, la principal conclusión de los análisis es que el cambio horario no sería un factor determinante, por preponderar otros de mayor peso y con mayor incidencia en los hábitos de consumo de las pymes. Caso distinto serían países situados al norte de Europa. Desde ANAE aseguran que sería allí donde realmente tendrían sentido este tipo de decisiones.
Todo queda en manos de las medidas que tome cada pyme
Otra de las conclusiones finales es que todo dependerá de las medidas de ahorro concretas que implanten las propias compañías en sus entornos de trabajo. La temperatura a la que regulen sus sistemas de calefacción, la eficiencia de los mismos, el consumo que realicen en el entorno de trabajo, la eficiencia de los equipos electrónicos y eléctricos que se utilicen en el entorno laboral, etc. Es en este tipo de medidas donde se notan las grandes modificaciones, y no en un cambio horario que, en todo caso, podría incluso ser perjudicial para el ahorro.