España arranca a la UE un pacto sobre interconexiones
España ha logrado en la cumbre europea sobre energía que la UE reconozca su problema de aislamiento energético del resto del continente. Los socios europeos se comprometen a mejorar la interconexión transfronteriza hasta el 15% de la generación eléctrica en 2030. Y Bruselas hará un seguimiento para que se realicen sin más demoras los cinco proyectos de interconexión con Francia previstos hasta ahora.
Fuentes españolas mostraban este jueves su satisfacción por el visto bueno, que debería confirmarse hoy viernes, a "un paquete sin precedentes a favor de la interconexión". Según esas fuentes, "por primera vez ve la UE que el aislamiento energético no es un problema nacional sino europeo. Y se compromete a solucionarlo". La nueva estrategia beneficiará a España y Portugal y a los países bálticos, que son las dos zonas con peores conexiones con un mercado energético que aspira a la integración definitiva.
El borrador de conclusiones de la cumbre concede prioridad a los proyectos para mejorar la interconexión de esas zonas. Y además de reiterar el objetivo de interconexión del 10% hasta 2020, añade otro del 15% hasta 2030. Hasta que se alcancen esos objetivos, la Comisión Europea hará un seguimiento periódico sobre la realización de los proyectos concretos y podrá intervenir si surgen problemas en alguno de ellos. España espera que esa nueva vigilancia contribuya a poner en marcha cuatro proyectos de interconexión a través del Pirineo y otro submarino por el golfo de Vizcaya.
Menos esfuerzo en CO2
España también confía en lograr el viernes, última jornada de la cumbre, un tratamiento favorable en el reparto de los nuevos objetivos europeos para 2030 de reducción de emisiones de CO2 (-40%), producción de renovables (27%) y eficiencia energética (27%).
Fuentes españolas aseguran que mientras no se corrija el aislamiento energético de la península Ibérica, la UE permitirá que España haga una contribución proporcionalmente menor para la consecución de esos objetivos conjuntos. Bruselas calcula que solo la consecución del objetivo de reducción de emisiones requerirá en el conjunto de la UE una inversión anual de 2.000 millones de euros durante los próximos 15 años.
"En un mercado relativamente cerrado y menor, la factura se dispara", señalan fuentes españolas. La generación eléctrica, añaden esas fuentes, se encarecería un 15%. Para evitarlo, España espera una rebaja de los objetivos que le corresponderían, en particular en emisiones y eficiencia.
Gas
La delegación española considera que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha conseguido las metas que se había propuesto para esta cumbre. Pero Rajoy elevó la apuesta y reclamó también la construcción de gasoductos que permitan a España reexportar el gas que recibe de terceros países. La Comisión Europea reconoce que "España es uno de los países de la UE con mayor diversificación de suministro de gas". Rajoy propuso ayer utilizar esa posibilidad para reducir, con gasoductos a través de España, la dependencia del gas ruso que tienen los países del Este.
Polonia se resiste
Los acuerdos sobre energía parecen solo pendientes de la posición de Polonia. Varsovia exige compensaciones económicas para asumir unos compromisos que forzarían al país a modernizar su sistema de producción y su red eléctrica. La UE está dispuesta a conceder fondos tanto a Polonia como a otros países de Europa del Este afectados por el mismo problema. La disputa se espera zanjar antes de que el viernes a mediodía concluya la cumbre en Bruselas.