La gran banca pagará el 90% del fondo europeo de resolución
El 1 de mayo de cada año, como muy tarde, la entidades financieras recibirán una factura proceden del Mecanismo único de resolución en el que se detallará su contribución anual para el fondo común encargado de la reestructuración o liquidación de los bancos en dificultades.
Las normas aprobadas ayer por el comisario europeo de Mercado Interior, Michael Barnier, no concretan todavía la contribución de cada banco. Pero ya reparte la carga en tres grandes categorías.
Los 130 bancos que el 3 de noviembre pasarán bajo supervisión del Banco Central Europeo aportarán 49.500 millones de euros o 90% del fondo. En ese grupo figura la práctica totalidad del mercado bancario español.
La banca mediana, que supone el 14% del sector europeo, contribuirá con 5.335 millones o 9,7% del fondo. Y las entidades pequeñas, cubrirán el 0,3% restante con 165 millones de euros.
Para esas entidades pequeñas (con activos inferiores a los 1.000 millones de euros o pasivo inferior a los 300 millones), la factura no será una gran sorpresa porque será fija y no podrá superar los 50.0o0 euros.
Para el resto de entidades, en cambio, la minuta incluirá una parte fija y otra variable. La parte variable se calculará en base al perfil de riesgo de cada banco; la estabilidad y variedad de sus fuentes de financiación; su relevancia sistémica; y la complejidad o sencillez de su estructura. Bruselas calcula que los bancos con más riesgo llegarán a pagar casi el doble que los más prudentes.
Esos criterios de reparto quedaron fijados ayer tras una batalla de varios meses en las que cada país ha tratado de limitar, en la medida de lo posible, la contribución de sus entidades. Las normas entrarán en vigor salvo que el Consejo de la UE o el parlamento Eurpeo planteen objeciones en un plazo de tres meses prorrogable a seis.
La Comisión reconoce que los países donde la banca cuenta proporcionalmente con más activos que depósitos saldrán perjudicados. Los analistas señalan hacia Francia e Italia. Por el contrario, Alemania sale bien parada y la inmensa mayoría de sus 1.800 bancos se beneficiará de la tarifa plana,
España parece estar en una situación intermedia, con un sector mucho más concentrado tras la crisis (han quedado 15 entidades relevantes) pero con un nivel de depósitos elevado.
En todo caso, las normas fijan un tope a la contribución variable de cada entidad que no podrá superar el 150% de la tarifa fija. Fuentes del sector señalan que ese tope se ha fijado para favorecer a las entidades francesas.
Más caro
A pesar de los límites, Bruselas reconoce que para algunas entidades la contribución al fondo europeo (a partir de 2016) será muy superior a la de los fondos nacionales (que deben ponerse en marcha a partir del año que viene). En algunos casos, la aportación llegará a multiplicarse por cuatro.
El Gobierno español considera que para la banca española la aportación es asumible y rondará entre el 10% y el 15% del fondo europeo, es decir, entre 5.500 millones de euros y 8.250 millones.
Bruselas recuerda, además, que el fondo se nutrirá durante ocho años (hasta 2024) y que los bancos pueden pagar la contribución con dinero o con colaterales adecuados. Además, si no se produce ninguna crisis, la aportación terminará una vez que la caja común cuente con una cifra equivalente al 1% de los depósitos bancarios garantizados, que ascienden a 5,5 billones de euros en la zona euro y 7 billones en la UE. Los fondos de resolución de la zona euro se mutualizarán progresivamente. Los países con moneda propia mantendrá su propio fondo de resolución nacional.