Monte dei Paschi, en el purgatorio
Las acciones de Monte dei Paschi se han desplomado un 15% desde el 13 de octubre ya que los inversores lo ven como uno de los grandes perdedores de los test de estrés a la banca europea, cuyos resultados se conocerán el 26 de octubre. No está claro aún si el destino final de la entidad crediticia de Siena está en el cielo o en el infierno.
Los inversores podrían estar reaccionando de forma exagerada. Por supuesto, su mala ratio de deuda de dudoso cobro (en el 16%) y su abultada cartera de deuda soberana de Italia hacen que sea uno de los prestamistas más débiles de un país débil. Pero a ampliación de capital de 5.000 millones de euros de este año implica que debería mantenerse por encima del 5,5% de core Tier 1, el mínimo exigido para pasar la prueba, según analistas de Deutsche Bank.
Sin embargo, la revisión de calidad de activos del Banco Central Europeo es difícil de predecir. Los inversores preocupados se preguntan cómo se llenaría un presunto agujero de capital. Los que respaldaron la reciente emisión de derechos del banco en junio han visto caer el precio de la acción casi a la mitad, por lo que puede que no estén dispuestos a dar más. Y con la relación entre deuda y PIB cerca del 140%, no hay que esperar generosidad del presupuesto del gobierno.
Los inversores preocupados se preguntan cómo se llenaría el presunto agujero de capital
Si MPS necesita menos de 500 millones de euros de capital, probablemente podría cambiar activos ponderados por riesgo y venderlos. Dado que el BCE y el Banco de Italia cerraron la emisión de derechos de este verano, podrían permitir a MPS que se desviara de las normas sobre ayudas estatales de la Comisión Europea que exigen que los inversores y titulares de deuda subordinada lleven a cabo un bail-in antes de cargarlos a los contribuyentes.
El peligro es que MPS podría necesitar más. La rentabilidad de la deuda subordinada del banco ha subido un 12% en una semana por los temores de que pudiera ser rescatado, pero la legalidad de hacerlo para pasar un test de estrés (en lugar de llegar a la insolvencia) no está claro. Todas las partes pasarán la semana con la esperanza de no tener que averiguarlo.