El renting anticipa su ansiado cambio de tendencia
El sector espera cerrar 2014 con un aumento de la flota del 3%, que significaría el primer crecimiento anual en cinco ejercicios
Los mejores años de la burbuja económica española propiciaron crecimientos históricos en algunos de los sectores clave de nuestra industria. El automóvil fue uno de los más beneficiados, con unas cifras de ventas que a día de hoy, incluso con las mejores perspectivas, parecen inalcanzables tanto en el mercado particular como en el empresarial. En el primero, las matriculaciones se desplomaron más de un 50% entre las cifras de 2005, año récord con 1,6 millones de coches, y las de 2012, con apenas 700.000. En el segundo, la flota de vehículos de renting en circulación pasó de 571.565 unidades en 2008 a las 401.190 con que cerró 2013, un 30% menos y la peor cifra desde 2004.
Pero el renting, al igual que el mercado particular, parece salir a flote. Después de cinco ejercicios consecutivos de descenso en la flota total, 2014 será el año del punto de inflexión. O, al menos, así lo esperan desde el sector. Según los datos de la Asociación Española del Renting (AER), en el tercer trimestre del año circulaban por las carreteras 416.932 automóviles de este tipo, un 1% más que en el mismo periodo del año pasado. Un crecimiento pequeño, pero que se ve impulsado por el dato de matriculaciones en este segmento, que hasta el 30 de septiembre era de 111.192 unidades, un 15% más que en los primeros nueve meses de 2013.
Las cifras
15% es el porcentaje que suponen las matriculaciones en el sector del renting respecto al total del mercado del automóvil. Cifra que ha crecido seis puntos desde el año 2009.
47 son los meses que, de media, duran los contratos de renting firmados en lo que va de año. Durante los años de expansión económica, la vigencia de estos contratos llegó a reducirse hasta los 36 meses. El sector que más recurre al renting de vehículos es la industria farmacéutica.
Datos significativos para un año en el que no se preveía crecer. “No queremos lanzar las campanas al vuelo, pero los datos son muy positivos. A principios de año la previsión era que la flota se mantuviera más o menos estable, pero el mercado se está dinamizando”, afirma Agustín García, presidente de la AER, que aglutina a la mayoría de empresas de renting que operan en España. “El 70% de nuestros asociados están aumentando su actividad, no una o dos”, desvela, algo que anima a la patronal a revisar su previsión para 2014. “Creceremos un 3% en flota, y entre el 10% y 15% en matriculaciones”. Una de esas empresas, LeasePlan, la principal del segmento en España, confirma estas buenas expectativas: “Han cambiado radicalmente con el paso de los meses. Esperamos cerrar el año creciendo entre un 1% y un 2%”, estima Ignacio Barbadillo, consejero delegado de la firma en nuestro país.
Un primer paso para empezar a encadenar ejercicios en positivo, pero de manera progresiva, lejos de los crecimientos de hace una década. “Entonces se sucedían los aumentos de doble dígito. Hay mercado potencial, pero esos aumentos no llegarán de manera inmediata. Por ejemplo, para 2015 ya sería bueno crecer entre un 3% y un 4%”, analiza Agustín García. Para adaptarse a esa nueva realidad, el sector ha tenido que realizar cambios que han afectado al propio concepto de servicio que prestan. Para García, “el producto ha mejorado mucho en todos los aspectos, por ejemplo en la telemática, y también han ayudado nuestros clientes. Ahora decimos que damos soluciones de movilidad, no que proporcionamos alquiler de vehículos”.
Según Ignacio Barbadillo, el rango de soluciones es más amplio. El renting se ha involucrado en dar soluciones. “Ahora tenemos el servicio de renting clásico, soluciones para pymes, más flexibilidad a la hora de devolver un vehículo, productos solo para internet…”. Pero en este sector han cambiado más cosas, como analiza Barbadillo: “Ha habido una concentración de operadores, como consecuencia de la crisis; el tamaño de las empresas se ha reducido, y por tanto, también el de sus flotas. Además, la duración de los contratos ha pasado de unos 36-37 meses en 2007 a los 48 de ahora, y en la elección del vehículo sí que tienen más influencia aspectos como el consumo”.
De hecho, solo hay que repasar la lista de los coches más contratados para renting para apreciar esa tendencia: vehículos de dimensiones compactas y marcas generalistas, como el Renault Mégane, el Seat Ibiza, el Volkswagen Polo o el Seat León, en un 85% de los casos de motorización diésel. “Se buscan modelos más eficientes. Por lo general se ha bajado la cilindrada, por lo que consumen menos y también son más baratos”, afirma García.
Estrategia hacia la pyme
El renting mira al futuro con esperanzas, por un lado, de recuperar el volumen de flotas de sus principales clientes, las grandes empresas, y por otro, convencer por fin a las pymes, donde observan un gran mercado potencial. “Las pymes tienen unos 10.000 vehículos en renting, de alrededor de un millón que componen su mercado. Solo el 10%”, analiza García. “Conocen menos nuestro producto, creen que no es para ellos. Pero el renting tiene incorporado todos los costes: seguro, impuestos, mantenimiento, neumáticos… Y las empresas de renting, al comprar un gran volumen de coches, recibe descuentos de las marcas que se traspasan al cliente”, defiende el presidente de la AER. Ignacio Barbadillo calcula un mercado potencial para pymes de 1,5 millones de coches. “Hay que dar con la solución y los canales de comercialización correctos”, dice. En el caso de LeasePlan este canal es internet a través de su servicio LeasePlan Go. “Hemos comprobado que el 65% de la decisión de compra se hace por la web. Hay que estar ahí. Es una solución más barata”, sostiene.
El Seat León ST, coche del año de renting 2014
La nueva generación del Seat León ha sido la apuesta más importante de la marca en el último año y medio. Con el objetivo de reducir la dependencia del Ibiza –todo un éxito de ventas pero un modelo de menor valor añadido–, Seat ha nutrido la gama León, desde la genérica, que pasa por ser el tercer modelo más vendido en España en lo que va de año y un éxito en Alemania, hasta la versión ST, con mayor capacidad gracias a su extenso maletero, pasando por el León X-Perience, el último en sumarse a la familia con tracción a las cuatro ruedas.
Pero ha sido el ST el designado como coche del año de Renting 2014, galardón que otorga la revista especializada Renting Automoción a través de un jurado compuesto por operadores del sector, firmas de alquiler, financieras y periodistas especializados en motor. “Ha supuesto la entrada de Seat en un segmento del mercado en el que antes no competía y que tiene mayor relevancia para el cliente de flotas”, afirma el director de flotas de Seat España Antonio Calvo.
El renting y las flotas es una de las vías que las principales marcas de automóviles han intentado explotar en los últimos años, fruto de la caída de las ventas a particulares. Seat, por ejemplo, cuenta con 400 establecimientos y concesionarios especializados en el mercado empresarial, con ventajas como no pasar la primera revisión hasta los primeros 30.000kilómetros o dos años, y garantía de dos años en reparaciones y recambios originales.
Según la marca, el nuevo Seat León conserva, tras 36 meses de servicios y con un cálculo de 90.000 kilómetros recorridos durante ese tiempo, el 46% de su valor inicial, tres puntos porcentuales por encima de su mejor competidor en España. Algo que se repite en mercados como el alemán, el francés o el italiano.
Porque para Barbadillo, la crisis ha dejado unas enseñanzas que pueden ser aprovechadas por el sector: “Los fondos de los que dispone la empresa, que son menos a causa de la crisis, tienen que destinare al negocio, no al coche. Dedicar financiación del balance al coche empieza a no tener sentido. Con el renting solo se preocupa de conducir”. El directivo estima un ahorro de unos 4.000 euros durante la vida del vehículo. Menor es la expectativa en torno a la penetración del renting entre los particulares, donde la cultura de la compra es dominante. “El mercado particular es casi nulo, a diferencia, por ejemplo, de Reino Unido. Al comprar un coche pensamos que se revaloriza, pero desde el primer momento que lo arrancamos, este ya se está depreciando”, explica Barbadillo, a lo que Agustín García añade otro factor: “La empresa tiene algún beneficio fiscal al acudir al renting, pero el particular no. Necesitamos un gancho fiscal, como eliminar el impuesto de matriculación. El renting renueva sus flotas cada cinco años, el particular cada 10 o 12”. Reivindicaciones que, según defiende el sector, serían el impulso definitivo para su negocio.