Depósitos estructurados: ¿la inversión en Bolsa segura?
Invertir en acciones tiene riesgos, a cambio de una eventual revalorización de estos valores y los dividendos periódicos que la entidad pueda dar. Entre estos riesgos está el de poder perder parte o el total de la inversión.
¿Existe la posibilidad de no perder dinero invirtiendo en acciones?
La respuesta es afirmativa, con muchos matices. A fin de cuentas, para obtener rentabilidad hay que arriesgar capital y liquidez. Entre todas las herramientas de inversión relacionadas con la Bolsa, hay una que se orienta al ahorrador conservador de depósitos bancarios, pero que de alguna manera quiere arriesgar algo más a cambio de un plus de intereses: los depósitos estructurados.
¿Qué son los depósitos estructurados?
Los depósitos estructurados o depósitos indexados (si su rentabilidad se relaciona con la evolución de un índice, por ejemplo el IBEX35), son depósitos bancarios diferentes a las imposiciones a plazo fijo de toda la vida. La naturaleza de depósito le da el amparo del Fondo de Garantía de Depósitos de hasta 100.000 euros por banco y cliente.
Por ejemplo, es posible contratar un depósito estructurado con Bankinter, de la gama de ‘Depósitos garantizados Digitales’ y vincular la rentabilidad del depósito a la evolución de acciones; el ‘Depósito garantizado digital 15’ garantiza el 100% de capital a vencimiento y un cupón del 3% si las acciones del Banco Santander y de Volkswagen suben de precio en los 547 días de plazo del producto. Un 3% suena bien, pero si lo pasamos a TAE se reduce al 1,992%. En todo caso, por encima de la rentabilidad de la mayoría de depósitos a plazo fijo. Sin embargo, si las dos acciones no suben de valor, nos quedamos con unos exiguos intereses del 0,50% TAE.
Ventajas y peligros de estos depósitos bancarios
Si apostamos que la Bolsa o determinadas acciones van a subir, podemos ganar rentabilidad con un plazo fijo sin riesgo. Eso sí, una rentabilidad menor que la que podríamos sacar con otros productos más arriesgados relacionados con la Bolsa. Además, hay que asegurarse que el 100% del capital está garantizado a vencimiento, ya que hay depósitos estructurados que arriesgan capital.
La liquidez suele ser menor que los depósitos a plazo tradicionales; algunos no permiten cancelación anticipada y otros cancelan el depósito a precio de mercado, asumiendo el cliente la posibilidad de no recibir el 100% de su capital.
Pese a ser un depósito, el cliente ha de entender el funcionamiento del subyacente (acciones o índices de Bolsa), que es la clave para predecir la rentabilidad que podemos acabar obteniendo. En palabas del experto del panel de iAhorro.com Luís García Langa “hay multitud de herramientas para intentar predecir la evolución de un activo bursátil, ya sea análisis técnico o fundamental, y este tipo de productos no está exento de este trabajo, ya que si se contrata referenciado a activos que estén caros o en situación técnica que prevea descensos, la posibilidad de revalorización son mínimas; otra cosa a tener en cuenta es el pago de dividendos: normalmente la estructura no descuenta el pago mientras sí lo hace la acción, por lo tanto, podemos encontrarnos con acciones que realmente haya subido a efectos reales, pero para el banco no lo haya hecho”.
¿Se puede invertir en Bolsa con total seguridad?
Posible, pero con una rentabilidad limitada y más riesgos que el clásico depósito a plazo fijo de toda la vida.