Respiro a la inversión con permiso del déficit
Después del anuncio efectuado por el Ejecutivo el viernes cuando auguró que la inversión crecería un 6% en 2015, toda la atención estaba puesta ayer en los números que presentó la titular de Fomento, Ana Pastor, principal departamento inversor del Estado.
La ministra compareció ante los medios para dar cuenta de los números de su ministerio, consciente de que es una de las principales partidas de gasto productivo, cuya misión será promover el aumento de la actividad y la creación de empleo.
El presupuesto total de Grupo Fomento (incluidas empresas públicas como Adif, Renfe, Aena, Seittsa o Puertos del Estado, entre otras) ascenderá a 17.496 millones, lo que supone un aumento del 1,1% respecto a lo presupuestado este ejercicio. Tal y como ocurriera ya el año pasado, Fomento también presentó sus números sin tener en cuenta las obligaciones procedentes de ejercicios anteriores, según los cuales la dotación global mejora un 12,4%.
No obstante, de ese montante, la inversión total será de 9.570 millones, que representa un alza del 6,6% sobre la inversión programada para este año. De nuevo, si se excluyen las obligaciones derivadas de ejercicios anteriores, el crecimiento es mayor, hasta el 10,9%. Pastor quiso recalcar durante su comparecencia cómo durante la crisis el departamento que dirige se ha dedicado a reducir en mayor medida el gasto corriente, mientras se ha tratado de preservar la inversión productiva. Esto ha dado como resultado que las operaciones de capital pesen sobre el total del presupuesto de Fomento un 55%, mientras el gasto corriente apenas representa ya el 45%.
Por modos de transporte, un año más el ferrocarril será el gran beneficiado en el reparto de fondos, ya que de esos más de 9.000 millones de inversión, 5.199 irán destinados a impulsar las obras de los grandes corredores de alta velocidad, una cifra que también crece un 13,7% respecto a lo presupuestado este ejercicio. Otros 2.194 millones se dedicarán a la mejora de la red de carreteras, partida que aumenta un 6,4% y que se distribuye de la siguiente manera: más de la mitad será para la construcción de nuevos kilómetros (1.154 millones), otros 935 millones para conservación y los 105 millones restantes para la suscripción de convenios con otras administraciones.
Está previsto que los aeropuertos reciban 535 millones y los puertos otros 961 millones. En cuanto a la política de vivienda, Fomento destinará 532,8 millones al nuevo plan que concentra sus ayudas en fomentar el alquiler y la rehabilitación. Tanto la ministra, como el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, pusieron en valor este aumento de la inversión en un contexto en el que la prioridad debe seguir siendo la reducción del déficit. Montoro se negó a promover un ritmo más acelerado. “Ni más inversión, ni más deuda ni más déficit. Eso vendrá después”, espetó. Quizá en el próximo presupuesto.