CaixaBank inicia un ajuste de su red previo a la integración de Barclays
CaixaBank ha iniciado ya los primeros trabajos para integrar la filial española de Barclays. Previa a esta absorción, la entidad que preside Isidro Fainé ha comenzado su primer ajuste de oficinas. Cerrará 196 sucursales, medida que afectará a 500 empleados. Una parte de esta plantilla pasará a otras agencias. Esta medida es un cambio de tendencia sobre otras últimas integraciones, cuando ha cerrado sucursales tras absorber a otra entidad.
Si alguien piensa en la entidad financiera con más oficinas en España, es seguro que el nombre que le vendrá a la mente será CaixaBank. La entidad que preside Fainé se ha caracterizado desde hace décadas en crecer con la apertura de oficinas o, desde que se inició la crisis de las cajas de ahorros en 2008, a través de integraciones de otras entidades financieras.
Su objetivo ha sido siempre tener presencia en todos los puntos de España. Las compras han ido acompañadas con cierres de sucursales en aquellas zonas donde se producían duplicidades y con la estrategia de no incrementar en exceso la red, sino de mejorar su presencia y ganar cuota de mercado donde consideraba que podía crecer más.
Reforzarse en Madrid
Dentro de este último caso se encuentra Madrid y la operación de compra de Barclays le permite dar el salto en esta región. CaixaBank se refuerza en España al incorporar a aproximadamente 550.000 nuevos clientes, principalmente de banca minorista renta media alta, y una red de 271 oficinas y cerca 2.400 empleados. De estas oficinas de Barclays 103 oficinas están en Madrid.
Pero CaixaBank parece que ha cambiado de tendencia al iniciar un ajuste de su red antes de sumar una nueva entidad en el grupo, explican fuentes sindicales. CaixaBank acaba de anunciar a la plantilla la inminente integración de 196 sucursales, o lo que es lo mismo, el cierre de ese mismo número de locales para traspasar el negocio, clientes y parte del personal a otra sucursal más grande.
Este ajuste de la red afecta a 500 empleados. CC OO, sindicato mayoritario en la entidad catalana, ha reclamado ante esta medida “firmar un pacto de garantías para la plantilla afectada”. Ninguno de los cierres programados se llevará consigo en Madrid, o por lo menos de los que se llevarán a cabo en octubre, ya que no se descarta que haya otras clausuras.
Del total de estas integraciones, 35 corresponderán a Andalucía Occidental y otras seis a Andalucía Oriental. Unas 20 del conjunto de estas sucursales andaluzas se cerrarán ya en las próximas semanas. En Baleares los cierres afectarán ahora a ocho locales.
Llama la atención de que el grueso de las clausuras, no obstante, se llevarán a cabo en Cataluña, comunidad autónoma donde CaixaBank cerrará 86 oficinas, de las que 72 están en Barcelona. Aunque estos cierres y la concentración del negocio en sucursales de mayor tamaño es una tendencia cada vez más generalizada, esta decisión ha sorprendido a los expertos. CaixaBank pujó por Cataluña Banc, cuya red se encuentra solo en Cataluña tras el cierre de la mayoría de sus sucursales de fuera de su territorio de origen como imperativo de Bruselas tras recibir más de 12.000 millones de euros en ayudas.
A ello, se suma la fuerte competencia que ejercerá ahora BBVA en esta comunidad autónoma tras la compra de Catalunya Banc y antes de Unnim.
Canarias, con el cierre de 11 sucursales, Castilla La Mancha y Extremadura, con 12, Castilla y León y Asturias, con 18, Levante y Murcia, con 17 y Navarra, con 3 cierres, completan la lista.
CaixaBank contaba con 5.695 oficinas a 30 de junio pasado, a las que habría que sumar las 271 procedentes de Barclays tenía la entidad catalana. En la actualidad, la entidad presidida por Isidro Fainé ha iniciado ya los trabajos de integración con la filial española de Barclays. Aunque los cierres anunciados ahora son previos a los posibles ajustes que se realicen tras materializar su absorción.
Fuentes conocedoras de la operación de CaixaBank y Barclays aseguran que la plantilla de la entidad británica en España, formada por 2.400 empleados, se reducirá previsiblemente al 50%. El ajuste será compartido entre ambas entidades. Fuentes de CaixaBank, por otra parte, aseguran que el proceso de cierres anunciado ahora entra dentro de lo habitual en una entidad financiera.