Me voy a vivir al campo, ¿cómo conseguir una conexión de calidad?
España es un país en el que existen más de 12 millones de líneas de banda ancha según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), lo que supone que existan 26,9 líneas por cada 100 habitantes. Sin embargo, esta cifra sitúa a España a medio camino de conseguir alcanzar las 44,9 líneas por cada 100 habitantes que tiene Suiza o las 40,4 que tiene Dinamarca según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
A pesar de las más de 12 millones de líneas de banda ancha, existen lugares donde el acceso a una conexión a Internet es más difícil. En los entornos rurales en ocasiones no llega la cobertura de banda ancha ya que la red no está lo suficientemente extendida, es decir, el cableado no llega hasta la zona en cuestión. Vivir en un entorno rural no tiene por qué estar reñido con no poder disfrutar de conexión a Internet. Cuando en un lugar no hay a priori acceso a Internet, ¿qué alternativas existen?
- Comprueba la cobertura de banda ancha. Es el primer paso. Es necesario asegurarse de que efectivamente en el lugar en cuestión no existe cobertura. Hoy día todas las compañías que ofrecen servicios de banda ancha disponen de un servicio a través de su página web o incluso llamando por teléfono para conocer qué nivel de cobertura hay con tan solo introducir unos sencillos datos de localización. Si el resultado es bajo, habrá que tener en cuenta que al contratar cualquier tarifa la velocidad de la misma será reducida. Además según el experto de iAhorro Esteban Viso es recomendable comprobarlo en más de una página y operadoras y fiarse del menor valor ya que así es posible hacerse una idea más aproximada de la cobertura y velocidad real.
- WiMax. Cuando el primer paso no es satisfactorio es el momento de buscar alternativas. WiMax es una de ellas (Worldwide Interoperability for Microwave Acces), se trata de una tecnología de redes de acceso que utiliza las ondas electromagnéticas para permitir la comunicación inalámbrica. Tiene un alcance de hasta sesenta kilómetros aproximadamente y necesita de una pequeña antena instalada en el hogar que permita la emisión y recepción de las ondas. Igualmente precisa de que el operador no se encuentre más allá de esos 60 km de alcance y que no haya grandes obstáculos entre antenas. Según el informe de Cobertura de Banda Ancha en España en el primer trimestre de 2014 realizado por la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, a nivel nacional, la cobertura de redes equipadas con WiMax alcanza al 53,9% de los hogares de media.
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Internet por satélite. Otra de las opciones es establecer la conexión utilizando un satélite como medio de enlace. Esta opción requiere de una instalación un poco más complicada ya que necesita de una antena parabólica, pero a cambio es posible una cobertura del 100%. El precio también es ligeramente mayor que una conexión más convencional.
Allá donde no llega el cableado de ADSL o de fibra óptica también es posible conectarse a la red. En estos casos hay que valorar si el precio de cada una de las opciones es el idóneo en función del uso que se le vaya a dar. Será necesario informarse acerca de las compañías que ofrecen este tipo de servicios y con qué tarifas lo hacen.