La oposición tilda de regresiva y electoralista la reforma fiscal del Gobierno
La discusión de fondo entre el Gobierno del PP y la oposición se centra en quién gana y quién pierde con la reforma fiscal. Mientras el Gobierno asegura que beneficia sobre todo a las rentas más bajas, el PSOE, IU o UPyD sostienen que los cambios tributarios favorecen especialmente a los más adinerados.
Durante el debate celebrado hoy en el Congreso, la oposición ha hecho hincapié en que el tipo máximo bajará siete puntos en dos años, del 52% al 45%. En cambio, el gravamen mínimo se reducirá menos y pasará del 24,75% al 19% entre 2015 y 2016. Hacienda, por su parte, recuerda que en 2011 aprobó una subida transitoria del IRPF que supuso que el IRPF máximo subiera siete puntos hasta el 52%. Así, argumenta que el tipo marginal vuelve al mismo nivel que en 2011, mientras que las rentas bajas verán como su tipo marginal baja al 19% frente al 24% vigente en 2011.
“Es un día feliz para el 10% de contribuyentes más ricos de España. Rajoy gobierna para esa gente”, ha señalado el portavoz de Hacienda del Grupo Socialista, Pedro Saura. Ha criticado que las rentas muy bajas, que actualmente no pagan el IRP,F no se beneficiarán de la reducción fiscal y, en cambio, sí que sufren el incremento del IVA que aprobó el Gobierno de Mariano Rajoy en septiembre de 2012.
El portavoz socialista también ha lamentado que la reforma fiscal no haga mención a la fiscalidad sobre la riqueza. “No dice nada del impuesto sobre el patrimonio, ni del impuesto sobre sucesiones ni de las Sicav”, ha indicado. El Ejecutivo señala que la reforma de tributos de competencia autonómica, como es el caso de Patrimonio y Sucesiones, se abordará más adelante junto con el cambio del sistema de financiación autonómica.
La mayoría de grupos criticó la ausencia de medidas contra el fraude fiscal. Saura reclamó que los planes de control tributario de la Agencia Tributaria incluyan a los contribuyentes que se acogieron a la amnistía fiscal que el Gobierno aprobó en 2012.
Álvaro Anchuelo, portavoz de Hacienda de UPyD, ha señalado que la reforma impide reducir la cuota tributaria en el impuesto sobre sociedades por la depreciación de activos y, en cambio, deja exentos los beneficios por la venta de filiales. Así, en su opinión, la reforma en este punto beneficia a las grandes empresas y perjudica especialmente a las pequeñas y medianas.
Resulta improbable que se alcancen grandes acuerdos en el Parlamento. Hacienda sostiene que la parte esencial de la reforma no variará tras el trámite parlamentario. Aunque sí se incluirán ciertas enmiendas, la mayoría de carácter técnico.