Ana Patricia Botín se estrena el lunes ante los accionistas del Banco Santander
Gran expectación entre accionistas, inversores y analistas ante lo que será este lunes la primera intervención de la nueva presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, ante la junta extraordinaria de accionistas de la entidad que se celebrará en la capital cántabra.
Esta previsto que la cita comience a las 9.30 horas en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Santander. Y aunque el principal punto del día, --y único motivo por el que fue convocada esta junta-- será la aprobación la oferta de compra del 25% de acciones de la unidad de Brasil que están en manos minoristas para tratar de revalorizar la marca, a nadie se le escapa que Ana Patricia Botín podría aprovechar la ocasión para lanzar alguna señal de cuál será su estrategia de gestión.
Si bien no se esperan grandes sorpresas, sí se prevé una gran afluencia de accionistas que acudirán a escuchar por primera vez a su nueva presidencia, por si durante su intervención lanzara algún tipo de declaración de intenciones al frente de la principal entidad financiera de España y el décimo mayor banco de todo el mundo.
Y es que el inicial “periodo de incertidumbre” en los parqués que la mayoría de los analistas de mercado vaticinaron a primera hora del miércoles, tras hacerse pública la muerte de Emilio Botín, no ha impedido que, pese a que el valor se deja un 2,70% en la semana, Santander haya recuperado su posición en la lista de los 10 mayores bancos del mundo por capitalización bursátil coincidiendo con el nombramiento de Ana Patricia Botín como nueva presidenta.
Con 92.070 millones de euros, la entidad se sitúa concretamente en la décima posición de un ranking que actualmente encabezan los 208.180 millones de Wells Fargo, el cuarto mayor banco de EE UU por volumen de activos. La capacidad de Santander para avanzar un puesto en semejante listado la misma semana en que ha desaparecido el hombre que puso la entidad en el mapa mundial ilustra la calma con la que el mercado ha asumido el relevo. La celeridad del proceso –resuelto en horas– y la garantía continuista que aporta su hija, reconocen los analistas, han contribuido a evitar cualquier plausible atisbo de pánico.
Después de todo, Santander ha estado íntimamente ligado al ADN del artífice de su transformación, que ha sido su presidente 28 años. Pese a ello, lo cierto es que ninguna casa de análisis ha variado sus recomendaciones como consecuencia de la sucesión y, de hecho, quienes han modificado el precio objetivo de la acción, lo han hecho al alza.
De media, este se sitúa en los 7,16 euros y 25 de los 43 analistas que siguen el valor recomiendan mantenerlo en cartera frente a los 13 que invitan a vender y los cinco que aconsejan comprar. Así, superado el relevo, y a la expectativa de ver en acción a la nueva presidenta, son otras inquietudes y retos los que refieren los expertos cuando analizan el futuro del banco.
Indiscutible líder de la zona euro por volumen de activos, consolidarse en el citado ranking de la gran banca cotizada mundial, o incluso ascender en él con el tiempo, son uno de los principales desafíos que afronta la nueva presidenta a medio plazo. Uno de los baches que se le presentarán en esta carrera es que, según remarcan la mayoría de expertos del mercado, el precio de la acción “está caro”.
El valor, que se dejó un 0,65% el miércoles, un 0,64% el jueves y ganó un 0,44% el viernes, cierra la semana concretamente en los 7,68 euros, cotizando a 1,1 veces su valor en libros. Nomura, de hecho, ya apuntó que la acción tocaba techo en los 7,50 euros de agosto. Así, pese al aplaudido motor de su negocio, un modelo diversificado y rentable que le ha permitido capear los años más duros de la crisis y que le sitúan este año como la entidad del citado top ten mundial con mayor volumen de ingresos (25.330 millones hasta la fecha), muchos analistas prefieren valores con más recorrido en Bolsa. “Nuestras principales opciones ibéricas son CaixaBank y Banco Popular”, ilustran desde Nomura, coincidiendo con Barclays, que también cita Sabadell.
“La acción no es barata. Es uno de los problemas que va a tener Ana Patricia Botín, que está muy alta”, apunta un analista de la City londinense asumiendo que “puede ser momento de tocar dividendo”, adelanta. Pese a la crisis, Santander ha mantenido su política de remuneración al accionista con 0,60 euros anuales por título en cuatro pagos bajo la campaña Dividendo Elección, en la que entre cobrar en efectivo o en nuevas acciones, la mayoría elige la segunda opción. Algunos analistas, como JP Morgan, han apuntado que la entidad podría rebajar el pago el próximo ejercicio, situándolo en 0,50 euros o aún por debajo.
“No esperamos cambios en la estrategia o la gestión”, apuntan, sin embargo, en UBS, en línea con los análisis de N+1, que asume que “no hay cambios a la vista” o de ODDO Securities, donde ven “poco probable que Ana Botín instigue cualquier cambio en la estrategia” a corto plazo, argumentando que “la tendencia favorable de las perspectivas macroeconómicas para España”, así como el “atractivo” que todavía tienen sus plazas emergentes, endulzarán su desembarco. En esta línea, el grueso de los analistas apuntan un progresivo incremento de los beneficios del grupo (al que le calculan entre 5.700 y 6.100 millones de euros a cierre de 2014) hasta recuperar el ritmo precrisis de unos 9.000 millones anuales para 2016 o 2017.
“Pero a largo plazo, la dirección estratégica podría cambiar”, advierten los analistas de City, sugiriendo que se intensifique el foco en el trato con el cliente, el reenfoque de la estrategia comercial en Reino Unido, Brasil o México, y que se gane cuota en España (donde CaixaBank ha asumido el liderazgo como banco minorista tras la absorción de Barclays).
“Santander deberá intentar entrar en Asia y decidir qué hacer con aquellas franquicias que no lo están haciendo tan bien, como es el caso de EE UU o Brasil”, resume por su parte el experto en mercados de un gran grupo financiero internacional. Un primer momento para esbozar cambios podría llegar tras los test de estrés de octubre.
Aunque el 25% de los 125 mayores inversores del planeta cree que la entidad podría tener problemas, según una reciente encuesta de Goldman Sachs, y no falta quien invita al grupo a reforzar su capital, pocos analistas están preocupados por los resultados que obtendrá Santander en las pruebas. El análisis de resultados, eso sí, podría abrir la puerta a admitir ciertas correcciones o a sacar pecho y anunciar nuevas operaciones.
Los inversores esperan señales de la junta del lunes
La expectación de inversores y analistas es máxima ante la junta general extraordinaria que Banco Santander celebra el lunes en la capital cántabra. Será entonces cuando Ana Patricia Botín intervenga por primera vez en público como presidenta del grupo y el mercado estará atento a cualquier posible aviso a navegantes. En principio, con todo, nadie espera grandes sorpresas. La cita ya estaba convocada previamente al fallecimiento de Emilio Botín. El objetivo de la misma es a
El mercado, no obstante, estará atento a cualquier mensaje, señal o gesto empezando por la sintonía que demuestren la nueva presidenta y el consejero delegado del grupo, Javier Marín. La mayoría de analistas, no obstante, no espera que de momento se produzcan más cambios en la cúpula de la entidad y los expertos de N+1 apuestas específicamente porque sea Marín quien siga manteniendo la gestión diaria del grupo. Los analistas aventura que el mandato de Ana Patricia Botín irá acompañado de una paulatina renovación generacional, pero nadie prevé que esta comience de forma inmediata.
Más allá de la estructura jerárquica, y ya a nivel operativo, uno de los hitos que el grupo tiene pendiente es la salida a Bolsa de su filial en Reino Unido, que Deutsche espera para 2015. El anuncio, no obstante, probablemente se deje esperar hasta que se consolide el relevo de Ana Patricia Botín como consejera de la pata británico del grupo.