Zorros y gallineros
Un británico para supervisar los servicios financieros y un francés para hacer cumplir la disciplina fiscal. Zorros y gallineros vienen a la mente después de la designación de la nueva Comisión Europea por Jean-Claude Juncker.
Jonathan Hill, el euroescéptico nombrado por David Cameron para ser comisario de Reino Unido, supervisará la cartera de Servicios Financieros y Mercados de Capitales.
Pierre Moscovici, ministro de Finanzas durante los dos primeros años de la presidencia de François Hollande, es el elegido para conducir los impuestos y aduanas. Obtiene el cargo el día en que Francia admitió una vez más que no cumpliría sus objetivos de déficit presupuestario.
El nombramiento de Hill es una rama de olivo para Cameron, quien peleó en vano la nominación de Juncker. La selección de Moscovici, un pequeño desaire a Alemania, el cual no es divertido por la ironía que supone contratar al enviado de un país que no ha equilibrado un presupuesto en 39 años.
El temor común que inspiran ambos es que sean demasiado laxos en el ejercicio de sus misiones. Hay, sin embargo, dos factores atenuantes. Uno, los dos comisarios operarán bajo un nuevo sistema de poderosos vicepresidentes a los que tendrán que reportarse. Y dos, Hill y Moscovici serán moldeados por las exigencias de sus puestos de trabajo. Aunque solo sea para construir sus credenciales, tendrán que demostrar su independencia vis a vis de sus Gobiernos y de su propio pasado. Lo que importa ahora es lo que harán, no de dónde venían.