Roche achaca al control del gasto farmacéutico sus despidos en España
Prevé despedir a 100 empleados. Afecta a un 20% de las áreas de venta, médica y soporte. El proceso finalizará a principios de noviembre.
Los retos continuos en el mercado” y “las medidas del control del gasto farmacéutico”. Estas son las dos razones esgrimidas por la dirección de la filial española del grupo farmacéutico suizo, Roche Farma España, para comunicar ayer a los representantes de los trabajadores un proceso de despido colectivo.
Roche planea despedir a 100 trabajadores de su fuerza comercial, que afecta tanto a la red de ventas, al equipo médico y las áreas administrativas o de soporte. En total, prevé prescindir de 100 empleados, alrededor del 20% de los 550 que componen estos departamentos.
La compañía cuenta con una plantilla en España de 1.200 personas si se suman los empleados de la planta de producción en Leganés y el Centro de Excelencia Informática de Roche Global situado en Madrid, que según un portavoz de la compañía, mantendrán su nivel de actividad en nuestro país.
Los despidos afectarán a la red comercial en toda España y a los trabajadores de la sede central en Madrid.
La previsión de la dirección de la empresa pasa por presentar el plan a las autoridades laborales el 1 de octubre, por lo que se abre un proceso de un mes de negociación con los sindicatos. Desde esa fecha, el plazo legal para el expediente de regulación de empleo es de 30 días. Desde la compañía no se ha informado de las indemnizaciones que ofrecerán a los trabajadores. “Se discutirá dentro del proceso de consultas con el comité de empresa como parte de la negociación. La intención de la empresa es tratar de forma respetuosa a los empleados que dejarán la compañía y ofrecer el mejor plan social posible”, señala un portavoz. Desde la empresa se hace hincapié en que se ha llegado a esta situación por las medidas de control del gasto farmacéutico que el Gobierno ha planteado y la rebaja de precios a los medicamentos innovadores.
Roche es líder del mercado en oncología, con medicamentos como Herceptin, Avastin o Mabthera, que según la compañía han visto reducido sus precios cuando se ha aprobado estos fármacos para nuevas aplicaciones.
“Antes de tomar esta decisión hemos puesto en marcha diversas iniciativas para mantener la eficiencia de la compañía conservando nuestro esfuerzo inversor en I+D+i en el país”, explica Andreas Abt, director general de la compañía en España. “Somos conscientes de que es un proceso complicado pero estará basado en la transparencia y el respeto por el equipo de Roche”. Sin embargo, la facturación de Roche creció en 2013 en un millón de euros respecto al año anterior, hasta los 635 millones.
Reorganización
Además, la compañía ha anunciado la próxima implantación –a partir del 1 de noviembre– de un nuevo modelo organizativo que persigue transformar la organización para poder asegurar su eficiencia y competitividad.
Tal y como explica Abt, “se trata de cambios imprescindibles que nos ayudarán a transformar la organización para asumir los retos del mercado actual, la recuperación del crecimiento de nuestras ventas”.
Un grupo en crecimiento a nivel mundial
Roche forma parte del selecto club de las grandes multinacionales farmacéuticas, junto a Pfizer, Sanofi, GSK, Novartis, Johnson & Johnson o Bayer. Con sede en Basilea y fundada en 1896, sus ventas alcanzaron 46.800 millones de francos suizos (38.400 millones de euros) en 2013, invirtió 7.230 millones de euros en I+D y emplea a 85.000 personas en todo el mundo. Cuenta con una fuerte cartera de productos destinados a la oncología.
Entres los principales medicamentos de Roche se encuentran Herceptin, Avastin y Mabthera. Los últimos años se ha enfocado en fármacos biotecnológicos, gracias a la compra de distintos laboratorios, como Genentech (por 38.000 millones) en 2009, de donde proceden muchas de sus innovaciones antitumorales.
Este verano Roche ha pactado la compra de la estadounidense InterMune, para ampliar su catálogo de productos contra enfermedades respiratorias.
La operación está valorada en 6.300 millones de euros (8.300 millones de dólares). La compra se cerró a un precio de 74 dólares por acción, un 38% por encima de la cotización de mercado de la empresa. En España, la pequeña biotec catalana Oryzon vendió en abril los derechos de dos fármacos, destinadas al tratamiento de enfermedades oncológicas y hematológicas.
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