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Comienzo de la temporada de cosecha

A por uvas

Desde los tiempos más remotos, la vendimia es también un tiempo para la fiesta, el esparcimiento y para hacer turismo

La cosecha manual se practica cada vez menos y el tradicional pisado de la uva se ha reducido a actos simbólicos.
La cosecha manual se practica cada vez menos y el tradicional pisado de la uva se ha reducido a actos simbólicos.

El origen de la uva y su cultivo para el consumo es tan viejo como el hombre y, aunque hay discrepancias sobre la localización de las primeras semillas, lo que sí está claro es que el auge del comercio por el Mediterráneo, el Imperio romano y los españoles, tras el descubrimiento de América, se encargaron de esparcir este fruto universalmente.

Desde siempre, la vendimia ha tenido un aspecto lúdico y de fiesta en torno al vino; ahora el mercado ha convertido el enoturismo en una tendencia al alza.

Las escapadas enológicas no solo ganan adeptos, sino que tienen abonados dispuestos a ir a por uvas las veces que haga falta. Por falta de rutas y de opciones no será. Desde catas hasta vivir la experiencia de recoger la uva con amigos o en familia, aprender a elaborar su propio vino, recorrer los viñedos desde el cielo, en globo, a caballo, o alojarse en la misma bodega en un hotel con encanto.

En España tenemos un zona de viñedos extensa –demasiado, según uno de los debates del sector en estos momentos– y sobre todo, rica y muy diversa. Dependiendo de la zona geográfica, ya es tiempo de vendimia, aunque en sus etapas más tempranas el plato fuerte son los meses de septiembre y octubre.

El trabajo previo en la viña marcará la diferencia. Por ello, “la vendimia para mí es un momento de máximo estrés, en el que me aíslo de todo y mi única preocupación es la uva”, explica Belén Sanz, directora técnica de la bodega Dehesa de los Canónigos, de la denominación de origen (DO) Ribera del Duero y una de las pocas enólogas mujeres en el país.

En el campo, este es el momento de máxima actividad para la bodega. “Los consumos energéticos se disparan, se contratan trabajadores temporales y las horas extraordinarias son imprescindibles”, describe Javier Martínez, enólogo de Bodegas Olarra, DO Rioja.

Es en este tiempo cuando se concretan las expectativas de un largo año agrícola, en el que a veces, la climatología tiñe de incertidumbre. “Algo inherente a la actividad en el campo –añade Martínez–. Es el tiempo atmosférico el que establece la calidad máxima alcanzable en la uva, la que define la añada”.

El mayor o el menor acierto en la planificación de los procesos de elaboración y su adaptación a las características del fruto recibido en el campo “serán cruciales en la calidad de los vinos”.

Las expectativas de este año no son nada malas en el sector y así lo corrobora Rafael del Rey, director general del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV). A pesar de que todavía “es muy pronto para hablar de previsiones, esperamos que 2014 sea muy bueno”. No será un año récord de cosecha, pero “sí bueno”. “Más corto en cantidad y mucho mejor en calidad. En general, hemos gozado de muy buen clima y de una excelente temperatura en toda España, a pesar de que algunas zonas han tenido problemas con la sequía”.

El excedente de uva, la depreciación de su precio y un cierto estancamiento del consumo ha obligado al sector a replantearse estrategias. Desde el OEMV se recomienda “ajustar la producción, cuidar al máximo la calidad para vender bien y mejorar la imagen”, explica Del Rey, quien apuesta por diferenciar el pago por la uva en función de su calidad.

El año pasado, España se convirtió en el primer productor de vino del mundo, según datos del Ministerio de Agricultura. A pesar de que en nuestro país se consumieron 754,5 millones de litros, lo que supone un descenso del 1,28% respecto a 2012, la cultura en torno al vino sigue siendo un valor al alza.

La Rioja y Ribera del Duero son las zonas vinícolas españolas más conocidas tanto dentro como fuera de España y ofrecen muchos atractivos para realizar actividades enológicas. Hay tantas rutas del vino como denominaciones de origen por el Bierzo, las Rías Bajas, el Penedès o la comarca del Somontano o Rueda, y otras emergentes como la del Vino de Calidad de Cangas.

 La calidad y variedad de la uva española permite elaborar blancos, tintos, rosados y espumosos.
La calidad y variedad de la uva española permite elaborar blancos, tintos, rosados y espumosos.

Menos litros, más calidad

La cosecha de 2013 marcó récord histórico en España con una producción de 53 millones de hectolitros.

Este año no se batirá: el excedente en bodega es mucho y el OEMV insta a productores a adoptar una política de pago de la uva en función de su calidad y no del grado alcohólico.

En Logroño, la fiesta de la vendimia comienza el 21 de septiembre y hay establecidas varias rutas definidas por zonas en las que se recorren las principales bodegas y viñedos. “Cualquiera de ellas es altamente interesante –recomienda Javier Martínez– por su paisaje, la hospitalidad de sus gentes, su gastronomía y los numerosos lugares de interés cultural e histórico que jalonan la comarca”.

Olarra permite visitas guiadas a su bodega, ubicada en las afueras de Logroño y considerada la catedral de La Rioja, por la belleza y complejidad de sus instalaciones. La reserva incluye cata de vinos y aperitivo.

En el Penedès, algunas bodegas ofrecen talleres para aprender a reconocer los vinos por su aroma y se pueden recorrer los viñedos de Sant Sadurní, la cuna del cava, andando, en bicicleta o a caballo.

El Bus do Viño Rías Baixas inicia mañana y durante nueve jornadas un recorrido enoturístico, que se prolongarán todos los sábados, hasta el 25 de octubre, que enlaza algunas de las localidades más famosas en la producción de albariño.

Y también uno puede someterse a terapias de vino en un hotel como Fuente de la Aceña, enclavado en un lugar privilegiado, en un antiguo molino harinero junto a una pesquera del Duero.

Las catas son de las actividades más populares del turismo enológico. Para disfrutarlas, Belén Sanz recomienda no tener complejos. “Hay que dejarse seducir por el vino. Lo importante es que te atrape, que te guste”.

La enóloga sugiere que “hay que probar muchos vinos, equivocarse y hacer caso a tus percepciones. Los profesionales estamos para ayudar, pero cada vino es especial y diferente y no tiene por qué gustar a todo el mundo”. Las modas en el vino, como en todo, van y vienen.

Un paseo por las nubes

El espectáculo de poder contemplar la vendimia desde un globo aeroestático en exclusiva y en absoluto silencio es una de las actividades que ofrecen algunas bodegas.

Una iniciativa en la que fue pionera Dehesa de los Canónigos hace tres años y que incluye un paseo por el aire por la llamada milla de oro de la Ribera del Duero.

Hay que reservar previamente en la propia bodega porque los globos solo tienen plazas para entre 4 y 10 personas. Los viñedos, el Monasterio de Santa María de Valbuena, actual sede de las Edades del Hombre, la propia Ribera del Duero y otras bodegas de la zona son parte del recorrido aéreo.

Saliendo desde otros lugares se puede sobrevolar el Castillo de Peñafiel, sede del Museo del Vino, o la localidad de Pesquera del Duero, famosa por sus caldos.

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