Las pernoctaciones de extranjeros suben tres veces menos que las llegadas
El turismo extranjero, en especial el procedente de la Unión Europea, sigue creciendo con fuerza. En los siete primeros meses del año han llegado a los principales destinos 36,3 millones de personas, lo que representa un avance del 7% respecto al mismo período de 2013. Si continúa esta tendencia en agosto y septiembre (los dos últimos meses de la temporada alta), España podría cerrar este ejercicio con un nuevo máximo histórico y superar los 63,6 millones de visitantes con los que culminó 2013. Reino Unido, Alemania, Francia y Países Nórdicos, los cuatro mercados más importantes (aglutinan al 63,4% del total) crecieron con fuerza y no se han visto afectados, en especial los tres primeros, por el declive económico que ha vivido la zona euro en el segundo trimestre. En ese período, Italia volvió a la recesión, Francia se estancó y el PIB alemán cayó dos décimas. Del resto de mercados, la nota discordante la aportó Rusia, uno de los mercados más importantes fuera de la zona euro, ya que el número de llegadas se ha cuadruplicado desde 2009, pasando de 422.000 a 1,58 millones. En los siete primeros meses del año, la entrada de visitantes rusos ha caído un 3,8%, en especial por la fortaleza del euro frente al rublo, lo que encarece los viajes a destinos de la zona euro.
Si se analizan los datos por comunidades de destino, las grandes vencedoras son Cataluña, que consolida su primera posición con 9,2 millones, y Canarias, que se aúpa al segundo lugar, con 6,53 millones y un crecimiento interanual del 11,2%. El resto de grandes comunidades turísticas (Madrid, Andalucía, Baleares y Comunidad Valenciana) ha mejorado los registros de hace un año.
El impulso de las entradas de visitantes extranjeros se ve ensombrecido, sin embargo, por una ralentización de las pernoctaciones que realizan esos turistas. En los siete primeros meses del año se han contabilizado 162,5 millones de estancias, lo que supone un incremento anual del 2,7%, casi tres veces menos que las llegadas. Un dato del que ya habían alertado algunas patronales, como Exceltur, que en sus últimos informes habían advertido sobre el comportamiento divergente de ambos indicadores. Y esa brecha entre llegadas y pernoctaciones es especialmente visible en los dos mercados más importantes (Reino Unido y Alemania). La entrada de británicos creció un 5,5% hasta julio y la ocupación hotelera apenas avanzó un 0,7%, mientras que en el caso de los alemanes, las entradas subieron un 6,6% y las pernoctaciones lo hicieron tan solo un 0,7%. Una diferencia que también es apreciable en los dos mercados que mejor se han comportado en los siete primeros meses del año como emisores de turismo extranjero. Las llegadas desde Italia se han incrementado un 13,1% y las pernoctaciones solo lo han hecho un 6,1%, mientras que las procedentes de Francia subieron un 10,8% y la ocupación se limitó a un avance del 5,1%. Una diferencia que muestra el verdadero impacto de los ajustes presupuestarios y de la crisis en los mercados emisores:viajan más, pero gastan menos, sobre todo en hoteles.
Persiste el declive del mercado ruso
La estadística mensual que realiza el Instituto de Estudios Turísticos constata que el declive del mercado ruso, lejos de ralentizarse, se amplía. Entre enero y julio llegaron a los destinos españoles 806.843 visitantes de ese mercado, lo que representó una caída anual del 3,8%. La merma es aún superior si se analizan los datos de pernoctaciones hoteleras. En ese mismo período se contabilizaron 4,35 millones de estancias, con un descenso anual del 9,5%.
Un dato que no es baladí, ya que es el décimo más importante por llegadas, pero el quinto en pernoctaciones por encima de Italia, Holanda, Bélgica, Suiza o Portugal.