Google, diez años de la llegada a la Bolsa del gran amo de internet
La compañía ha realizado más de 160 adquisiciones en este periodo de tiempo
Este próximo martes Google celebrará su décimo aniversario en Bolsa. Larry Page y Sergey Brin, que crearon allá por 1998 una empresa que impulsaba un motor de búsqueda para gestionar la información de internet, fueron los protagonistas el 19 de agosto de 2004 en Wall Street, que aún padecía la resaca de la burbuja puntocom.
Google fijó su precio de salida a Bolsa en 85 dólares por acción y se anotó una revalorización del 18% en su primera jornada, situando su capitalización en 23.100 millones de dólares, 17.300 millones de euros. Diez años después, y tras un split de dos acciones por una, la empresa está valorada en unos 390.000 millones de dólares, alrededor de 293.200 millones de euros.
En esta década, su negocio de publicidad y búsquedas en la red no ha dejado de crecer para crear una auténtica fortuna. Al cierre del segundo trimestre del año, el gigante de internet contaba con más de 61.200 millones de dólares (unos 45.717 millones de euros) en tesorería, equivalentes e inversiones financieras. Una cifra que le sitúa entre los grupos empresariales más ricos del mundo junto a otros gigantes tecnológicos como Apple, Microsoft y Cisco Systems. En el tercer trimestre de 2004, periodo con el que coincidió su salida a Bolsa, Google contaba con tesorería y equivalentes por valor de 1.857 millones.
El avance del volumen es similar. Google registró en el segundo trimestre de 2014, último cerrado, unos ingresos de 15.960 millones de dólares, una cifra que llevaría a la empresa a superar los 60.000 millones en el conjunto del ejercicio. En el segundo trimestre de 2004, la facturación de Google ascendía a 805 millones. La empresa ha multiplicado los ingresos casi por 20 en una década.
Este proceso ha llevado al grupo a ampliar su tamaño, también en el ámbito laboral. Así, Google contaba con más de 50.000 empleados al cierre de junio de 2014, cuando en la misma fecha de 2004, tenía 2.292 trabajadores. Es decir, ha multiplicado la plantilla casi por 22 en estos 10 años.
Con esta evolución a Google no le han faltado recursos para ejecutar las compras y diseñar nuevas tecnologías. Y es que la empresa ha mantenido una agresiva política de adquisiciones en los últimos años. Desde 2001, año en el que el grupo empezó a configurar su estructura, el gigante de internet ha realizado más de 160 compras, con un volumen superior a 28.000 millones de dólares (unos 20.915 millones de euros).
La mayor adquisición fue la de Motorola Mobility, el histórico fabricante estadounidense de móviles, en una transacción valorada en 12.500 millones de dólares. Otra de las operaciones más populares fue la de Youtube, el popular portal de internet de vídeos, por el que el buscador abonó en torno a 1.650 millones.
La empresa revolucionó la publicidad online al adquirir DoubleClick en abril de 2007 por más de 3.100 millones de dólares, e hizo lo propio en noviembre de 2009 con la publicidad móvil al hacerse con AdMob, por 750 millones. También sacudió la tecnología para las agencias de viajes al comprar ITA Software; la de navegación GPS con la adquisición de Waze, las tecnologías de domótica con la compra de Nest Labs, así como el mundo de la inteligencia artificial al hacerse con DeepMind Technologies.
El objetivo de la estrategia aplicada por Google ha pasado por captar tecnologías que no podía desarrollar internamente para incorporarlas a su actividad, o bien para entrar en nuevos negocios.
La mayoría de las adquisiciones han estado vinculadas a empresas de EE UU, si bien la política de compras se ha extendido a todos los confines del mundo. Así, Google se ha hecho con empresas en países como Alemania, Israel, Ucrania, Canadá, Finlandia, Reino Unido, República Checa, Japón, Francia, Irlanda, Grecia, Corea del Sur, Suecia, Brasil y España. En nuestro país compró la empresa de compartición de fotos Panoramio y con la firma de seguridad VirusTotal.
Con todo esto, aquella empresa que nació como un buscador de internet se ha convertido en el líder de las búsquedas por internet en todo el mundo, con una cuota del 77% en Estados Unidos, según Statcounter. Pero además, copa el primer puesto en publicidad móvil, con una cuota del 47%, en un momento en el que Facebook esta arañando mes a mes mercado y roza ya el 22%, muy por encima del 5% que tenía en 2012. Su sistema operativo Android esta presente en el 84,6% de los dispositivos móviles de todo el mundo, por delante del iOS, con una cuota del 11,9%, y de Windows Phone (2,7%), según los últimos datos de Strategy Analytics.
Ahora bien, ¿hacia dónde va Google? Los últimos pasos del gigante estadounidense han puesto rumbo a la automoción. La compañía sigue avanzando en sus planes para construir su propio automóvil sin conductor, mientras que ha alcanzado ya más de 40 acuerdos con fabricantes de coches dentro de una alianza que busca implantar Android en los coches y hacerlos inteligentes. Ecosistema en el que vuelve a competir con Apple.
Google ha tenido además sus primeros escarceos en el segmento de las telecos, con varios proyectos de banda ancha en varias ciudades estadounidenses, mientras avanza con Project Loom, una iniciativa con la que pretende llevar internet a cualquier parte del mundo gracias a globos aerostáticos y que podría estar lista en 2015. Google tampoco quiere dejar pasar la locomotora del internet de las cosas y se ha subido a ella con la compra de Boston Dinamycs, Nest Labs, DeepMind y Dropcam, con las que ha entrado de pleno en la automatización del hogar y en la robotización predictiva.
A la espera de la fecha de comercialización de las Google Glass, y mientras empresas de todos los sectores trabajan en crear aplicaciones para estas gafas de realidad aumentada, el gigante de Mountain View ha apostado por los dispositivos wearables, como los smart watches que LG, Samsung y Motorola han lanzado en los últimos meses con Android Wear. La empresa estadounidense tampoco quiere perderse el crecimiento del negocio audiovisual por internet y junto al tirón de Chromecast, el dispositivo que transmite de forma inalámbrica información de internet a la televisión, adquirió en julio Songza, un servicio de música por streaming.
Junto a todo esto, Google se ha acercado a sectores como la banca o las agencias de viajes con el desarrollo de Google Wallet o su plataforma Flights, con la que en futuro podría competir con buscadores de vuelos como Skyscanner.
Por el camino, la empresa fundada por Page y Brin tiene algunas asignaturas pendientes, como el cierre de la investigación que está llevando a cabo la Comisión Europea sobre su posición dominante en las búsquedas en internet en Europa, que podría ampliarse a Youtube y Android, y la ‘tasa Google’ en España.