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Los agricultores instan a las autoridades europeas a “tomar acciones”

La industria alimentaria europea perderá 5.000 millones por el veto ruso

La medida afectará a clases específicas de productos agrícolas, materias primas y alimentos.

El Gobierno ruso adoptó ayer la medida de prohibir la importación de la mayoría de productos alimenticios, agrícolas y ganaderos a los países que habían apoyado sanciones económicas contra Rusia tras su papel en el conflicto ucraniano. Estos países son Estados Unidos, Canadá, Noruega y el resto miembros de la Unión Europea. Tras una amenaza que duró aproximadamente 24 horas, el presidente Vladimir Putin decidió hacer efectivo el boicot.

El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, aseguró ayer que ha firmado una resolución del Gobierno en cumplimiento de un decreto de Putin, por la cual “Rusia adopta la prohibición total para la importación de ternera, cerdo, verduras y hortalizas, frutas, carne de ave, pescados, quesos, leche y productos lácteos” de estos países. Las sanciones occidentales están dirigidas contra bancos públicos rusos como Gazprombank, petroleras como Rosneft y empresas del sector de la defensa.

En cualquier caso, desde Moscú manifiestan que las medidas podrán ser revisadas siempre y cuando desde Occidente “muestre una postura constructiva sobre cuestiones de cooperación”.

Las exportaciones agrícolas de los países de la Unión Europea a Rusia suponen apenas un 10% del total, lo que equivale a 11.865 millones de euros. En el caso de los productos prohibidos ayer, se contabilizaron 5.252 millones de euros de ingresos en 2013.

Los 28 países de la UE venden a Rusia principalmente frutas, queso, carne de porcino y verduras. A pesar del pequeño porcentaje que representa este tipo de transacciones de la UE para Rusia, este último es un país importador neto de productos agrícolas.

Pérdidas

El embajador de la Unión Europea en Moscú, el lituano Vygaudas Usacakas, recordó ayer que las exportaciones del sector alimentario a Rusia fueron de unos 12.000 millones de euros en 2013, por lo que esta medida supone el inicio de una nueva etapa en las relaciones comerciales entre los 28 y el país soviético.

España exportó a Rusia alimentos en 2013 por valor de 588,4 millones de euros. De ellos, 350 millones correspondieron a productos de industria, en los que no se contabilizan frutas ni hortalizas.

Las reacciones no se han hecho esperar. El Comité de Organizaciones Agrarias y Cooperativas europeas (Copa-Cogeca) manifestó ayer su “descontento” con la decisión de Rusia de vetar la importación de estos productos y subrayó que puede tener un “grave impacto” en el sector.

La organización lamentó la decisión de Rusia y urgió a la Comisión Europea a “tomar acciones”. En opinión del el secretario general de Copa-Cogeca, Pekka Pesonen, estas restricciones de Rusia “podrían tener un impacto grave en el sector agrícola de la UE”, así como “resultar en escasez de alimentos en el mercado ruso” y “privar a los consumidores rusos de productos de calidad”.

Sea como sea, la industria cárnica española apenas notará la nueva situación por dos motivos. El primero es que el principal destino de las exportaciones es la UE; y el segundo, que el cerdo europeo ya había sido vetado a principios de 2014 en Rusia. Campofrío Food Group señaló ayer que la decisión del Kremlin “no tendrá impacto en su negocio”.

El sector de frutas y hortalizas, el más perjudicado en España

En España, hay división de opiniones en España en torno al veto de Rusia a los alimentos de la Unión Europea. Todos los sectores están de acuerdo en que esta no es una buena noticia. Así, mientras la mayoría afirma que el mercado no se va resentir de forma especial, hay algunos –como los productores de hortalizas– que se muestran especialmente pesimistas.

El director de asuntos económicos e internacionalización de Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), Jaime Palafox, sentenció ayer que esta decisión del gobierno de Putin “no se llevará al sector por delante, ya que Rusia solo supone entre un 1,5% y un 2% del global en las exportaciones de España. Sin embargo, Palafox destacó que esta medida puede tener incidencia en algunos sectores concretos.

Este es el caso de la producción agrícola. El presidente de Asaja Almería y responsable de la sectorial de hortalizas de Asaja España, Francisco Vargas, afirmó que la medida “es un jarro de agua fría”, para el sector de la horticultura. “El ruso es un mercado emergente, donde las exportaciones son importantes con respecto a volumen y crecimiento”, señaló Vargas, ya que casi 100.000 toneladas de tomate y de calabacín fueron exportadas al país soviético en 2013. Según el responsable de Asaja, el crecimiento está en torno al 2% y debería haber seguido consolidándose. Vargas declaró que “Rusia tiene una población con un poder adquisitivo creciente”, pero ahora los productos que se exportan habitualmente irán a mercados que ya se encuentran sobresaturados.

En esa misma línea, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) emitió una nota en la que insta a la toma de medidas por parte de la Comisión Europea, con la que se reúne hoy para analizar la situación de la fruta de hueso.

Aparentemente, el vino español no se verá afectado en gran medida por este veto. El director general de Bodegas Protos, Carlos Villar, explicó que “Rusia es un mercado emergente en la importación de vino con denominación de origen, pero sigue sin ser prioritario”. Y añadió el país soviético compra, sobre todo, vino a granel, así que la prohibición de ayer no tendrá efectos notables.

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