Luces y sombras en el movimiento del mercado de la alimentación
Entre los cambios en el mercado también se producen ERE y concursos de acreedores
En octubre de 2013 comenzaba la que, a la postre, sería la huelga laboral más larga en España en esta crisis. Se trataba de la protesta que llevaron a cabo los trabajadores de Panrico por el expediente de regulación de empleo (ERE) propuesto por la empresa, que plateaba 745 despidos en la planta de Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona). Tras ocho largos meses, este junio la plantilla puso fin a los paros. Esta es la otra cara de los movimientos empresariales que se produjeron en el sector de la alimentación.
Hoy, la planta de Panrico sigue sin producción y trabajadores y empresa negocian los términos de un ERTE y la disminución de los despidos. Tras tantos meses de paro, la reapertura y acondicionamiento de la fábrica podría llegar a costar 2,5 millones de euros y alargarse varios meses.
Otro de los ERE que ha afectado al sector fue el de las embotelladoras de Coca-Cola. Este también ha desembocado en una huelga laboral contra los más de 800 despidos planteados por la encargada del embotellamiento en España de la bebida de cola. Finalmente, fue declarado nulo por la Audiencia Nacional. En la actualidad, Coca-Cola Iberian Partners tiene presentado un recurso ante el Supremo y busca llegar a acuerdos con los trabajadores para mejorar las condiciones.
Un mes antes del final de la huelga en Panrico, se cerraba el mayor concurso de acreedores de una empresa española de alimentación, Pescanova. El desbarajuste en las cuentas de los anteriores propietarios llevaron a la compañía a declararse en quiebra en febrero de 2013.
Tras unos meses con imputaciones, investigaciones judiciales y cambio en la cúpula de la empresa, la compañía busca ahora recuperarse del proceso.
Los resultados del primer semestre de 2014 dejan un balance de pérdidas de casi 17 millones de euros. Sin embargo, la empresa pesquera considera que la segunda mitad del año será mejor y ve el futuro con una mejor perspectiva, incluso optimismo. “Las ventas han ido bien”, consideran fuentes de la compañía, que creen que el funcionamiento de la empresa no se ha visto lastrado por la situación. “No se ha dejado de estar a pleno rendimiento todo este tiempo”, consideran.
En el sector de la restauración, otra empresa emblemática como Arturo Cantoblanco, dirigida por el presidente de la patronal madrileña Arturo Fernández, ha solicitado el preconcurso de acreedores. El grupo anunció ayer su intención de dejar uno de sus principales negocios, la cafetería de la Asamblea de Madrid a partir del próximo jueves 7 de agosto, según adelantó El País el pasado domingo. Había solicitado una prórroga del contrato hace apenas tres meses.
Los 16 trabajadores de la plantilla ya habían protestado por no haber recibido el sueldo de junio. Hace 10 días ya tuvo que deshacerse de otra de sus concesiones en Madrid, la del Hospital Infanta Leonor, que pasó a manos de Mediterránea de Catering. También ha tenido que salir de otras importantes concesiones como la del CaixaForum o la Universidad Europea de Madrid. El futuro del grupo es bastante incierto tras la pérdida continuada de contratos.
Frente a esta cara más oscura del sector de la alimentación y la restauración, en España también se han producido cambios generacionales. Uno de ellos es el Grupo Fuertes, holding que incluye a empresas como El Pozo, y que desde junio tiene a Rafael Fuertes como nuevo presidente, sustituyendo a su padre, Tomás Fuertes.
Hay voces más optimistas. Una de ellas es la de Alejo Vidal-Quadras, director en España del fondo de capital riesgo 3i, que acaba de salir del accionariado de Café&Té. “En los próximos años vienen momentos más favorables para el sector”, considera.
Vidal-Quadras explica que las salidas del capital riesgo de algunos negocios no se deben a una mala situación económica, sino a que se cumple el ciclo de las inversiones de estos fondos, que suelen ser a corto plazo. El inversor cree que hay una mejora clara de la situación respecto a 2012 y que es el comienzo de un “ciclo favorable” para el sector de la alimentación. Estos fondos han visto cómo aquello que invirtieron antes de la crisis en el sector se ha revalorizado. CVC, por ejemplo, invirtió 93 millones de euros en Zena y ahora vende por 270 millones. “Es posible salir a precios favorables”, considera Vidal-Quadras.
HIG se hace con Café&Té y Panaria
l fondo de capital riesgo HIG Europe, filial europea de HIG, se ha hecho con el control de Panaria y Café&Té con el objetivo de crear el mayor grupo de cafeterías de España.
El grupo resultante, que se llamará Compañía del Trópico, aglutina un total de 247 establecimientos y una plantilla de más de 800 empleados.
Café&Té es una de las cadenas de cafeterías más importantes del país con 147 locales, de los cuales 46 son franquiciados. Además, la compañía opera bajo las marcas Café&Tapas, Il Café di Roma, Kroxan y Sky Madrid.
La entrada de HIG Europe en el grupo se hace a través de la adquisición de la participación que tenía 3i Group, que ascendía al 47%, por una cuantía que no se ha hecho pública. El responsable del fondo en España, Alejo Vidal-Quadras, afirmó, a través de un comunicado, que “la compañía ha hecho un progreso significativo en su expansión” gracias a la participación de 3i y deseó al equipo de Café&Té que “pueda seguir con la línea positiva en el futuro”.
Panaria, por su parte, nació en 2010, y se ha expandido en el mercado a través de sus distintas marcas y su modelo de negocio. En cuatro años, ya aglutina 60 establecimientos y 300 empleados.
Antonio Pérez, hasta ahora consejero delegado de Panaria, asume la dirección del grupo resultante de la adquisición del fondo de capital riesgo. Además, se hace con un paquete de acciones de la nueva compañía. El nuevo consejo de administración quedará compuesto por Jaime Bergel, como presidente, Leopoldo Reaño y Javier Pérez de Leza, en representación de HIG Europe; y Gustavo Ron, fundador de Café&Té.