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Columna
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Aldi, más allá de los descuentos

El minorista alemán Karl Albrecht ha muerto a los 94 años. El imperio del descuento que creó va viento en popa y de país a país. La consultora Planet Retail considera que Aldi verá un incremento de sus ventas en un 25% entre 2013 y 2018. Calcula que su volumen de negocios fuera de Alemania subirá un 40% durante ese período con la mayor parte del crecimiento en los países de habla inglesa, incluyendo Estados Unidos, Australia y Reino Unido. Para entonces, con unas ventas de alrededor de 85 millones de euros, Aldi podría encontrarse a la altura de Tesco, líder en el mercado británico.

Aldi es un imperio privado. Detrás del secreto se encuentran dos compañías separadas. Albrecht Diskont –acortada como Aldi– fue creada por los padres de Karl. En 1960, dividió la herencia con su hermano Theo y diseñaron lo que se conoce como el ecuador Aldi en Essen, su ciudad natal. Karl tomó el sur, Theo el resto. La línea se aplica ahora en 16 países.

Aldi Nord y Aldi Sued se adhieren a modelos de negocio idénticos. Las tiendas almacenan una gama limitada de bienes sin marca registrada. Los principales supermercados se abastecen de 20.000 productos, Aldi vende alrededor de 1.000. Eso hace que sea más fácil y barato ejecutar una cadena de suministro. También maximiza el uso del espacio de venta. El grupo gana poder adquisitivo si, como suele ser el caso, vende en grandes cantidades.

Joerg Funder, especialista en la industria de venta al por menor en la Universidad de Worms, calcula que los precios de Aldi son alrededor de un 30% menores que los de sus principales rivales. Pero asegura que la rentabilidad de las ventas es dos o tres veces mayor.

El enfoque de Aldi ha tenido tanto éxito que ha sido imitado. Un ejemplo es Lidl, aunque se ha movido a un mercado un poco más costoso. Como Aldi, ha demostrado su habilidad para adaptarse a las cambiantes preferencias de los consumidores, así como a los gustos regionales. Igual que él, se expande con éxito en el extranjero.

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