Un mayordomo de fragancias en el hotel
Será el encargado de ayudar al cliente a elegir el perfume más afín
Hay hoteles en los que no se deja ni un detalle al azar. En el Belmond Villa San Michele, en Florencia (Italia), disponen de un mayordomo de fragancias. Saben que cada momento de la estancia contribuye a que no se olvide ese instante. Y si el escenario a recordar es el paisaje y los olores de la Toscana está más que justificado.
El mayordomo será el encargado de ayudar al cliente a elegir el perfume más afín al gusto del cliente.
Se trata de que capture la esencia de la zona, el olor a aire limpio, a praderas bañadas por el rocío de la mañana; a tierra, donde el pino siberiano se vuelve cálido por las notas de musgo verde y la esencia de lavanda; a ginger y lima, un perfume fresco y picante, gracias a la esencia de estos dos ingredientes; a flores verdes, a lavanda y hierbas frescas, y a magnolia con mimosas y orquídeas. Cada noche, toda la habitación y la ropa de cama serán rociadas con unas gotas de la fragancia elegida. Otro plus: que nadie se vaya del hotel sin escribir postales a sus amigos y familiares. El mayordomo de fragancias las perfumará para que estas lleguen a su destino con el aroma del lugar en el que fueron escritas.