Las multinacionales, unidas por la marca
Para construir una imagen de marca exitosa es vital contar con unos cimientos sólidos que sean capaces de sustentar toda la estructura cuando se avecinen tiempos de inestabilidad. Solo así es posible superar las dificultades y salir reforzados de las mismas, aunque muchas veces el camino sea pedregoso. España acaba de atravesar una de las peores crisis económicas de su historia y ya parece ver la luz al final del túnel, pero aún tiene retos pendientes si quiere seguir siendo un país relevante en el panorama internacional.
Tenemos que empezar a hacer las cosas de forma diferente para establecer un nuevo modelo productivo moderno, sólido y eficiente. Eso sí, sin olvidar los errores del pasado. Es hora de potenciar nuestros puntos fuertes y demostrar que somos un país lleno de posibilidades en el que ya confían más de 15.000 empresas de capital extranjero para instalar sus filiales. Promover la marca España no es solo una tarea de las compañías cien por cien españolas, sino de todas aquellas que desarrollamos nuestra actividad dentro de sus fronteras. Fruto de ese compromiso nace Multinacionales por marca España, una asociación formada por una veintena de compañías extranjeras que pretende impulsar el desarrollo económico y social y situar a España como objetivo de inversiones procedentes del exterior. Pero, ¿conocen estas compañías el terreno lo suficiente como para ejercer de representante internacional de sus intereses económicos? Sin lugar a dudas. Sin ir más lejos, alguna de estas empresas lleva más de un siglo operando en nuestro país, otras muchas, décadas, tiempo en el que han sido testigos de momentos de prosperidad, guerras, transiciones, crisis, cambios sociales… y en el que han adaptado su estructura para seguir innovando y ofreciendo lo que reclama la sociedad española.
Las multinacionales, a través de esta asociación, quieren dejar claro que pueden jugar un papel clave en la recuperación económica de España. La información que proporcionan a sus sedes centrales es la que influye de manera decisiva en las partidas destinadas a la inversión española, algo que repercute de manera positiva en sus datos macroeconómicos, ya que contribuyen de manera activa a la creación de empleo –hoy por hoy, las multinacionales dan trabajo de forma directa a 1,24 millones de personas–, a las exportaciones –el 40% de nuestras ventas exteriores son de empresas de capital extranjero– y a la actividad comercial –mueven un volumen de negocio anual de 378.000 millones de euros–.
Pero su experiencia también las hace muy valiosas en otros aspectos necesarios para construir una nueva España. Su aportación a la reindustrialización, de la que tanto se habla estos días como pilar estratégico para la reinvención de nuestro país, es clave porque cuentan con un extenso know-how y la tecnología necesaria para personalizar procesos productivos que ya ha demostrado su éxito en otros países. Asimismo, apuestan por la innovación como la herramienta más potente para diferenciarse y ser más competitivas –el 12,4% de las empresas que realizan actividades de innovación en nuestro país cuenta con capital extranjero– y son las principales creadoras de centros de excelencia e I+D. No menos importante es su papel de asesor en los procesos de internacionalización de nuestras compañías, en los que acompaña y facilita el aterrizaje de la organización en otros mercados.
No podemos dejar escapar todo este potencial y las Administraciones públicas deben estrechar su relación con ellas para tomar buena nota de los valores que determinan que una multinacional decida apostar a largo plazo por nuestra economía. Multinacionales por marca España tiene entre sus objetivos trasladar a los organismos competentes la necesidad de adaptar las estructuras existentes y empezar a tomar medidas que garanticen la inversión extranjera por el made in Spain. Establecer un marco jurídico estable, crear una normativa más homogénea, eliminar trabas administrativas, modernizar el sistema educativo para acabar con el abandono escolar prematuro y acercar la empresa a la universidad son solo algunas de las tareas que deben acometer para conseguirlo.
Durante los años de dificultades económicas, la contribución de estas empresas se ha mantenido e incluso ha aumentado y ahora, en los momentos de recuperación, siguen trabajando para contribuir a la recuperación. Es hora de que esa apuesta sea recíproca y que empecemos a ver a las multinacionales como verdaderos motores de crecimiento. A fin de cuentas, el objetivo es compartido: que la marca España sea seña de excelencia, innovación y calidad.
Adolfo Aguilar es presidente de Multinacionales por marca España.