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La primera desechable para afeitar

Gillette y los hombres, una alianza global

Creada en 1895 en Boston, rápidamente se expandió por todo el mundo gracias a la primera maquinilla con cuchillas desechables

Primera máquina de afeitar de Gillette, la Safety Razor.
Primera máquina de afeitar de Gillette, la Safety Razor.
Alfonso Simón Ruiz

"Lo tengo, nuestra fortuna está hecha”. Con esa frase King C. Gillette anunciaba a su esposa el invento que se le había ocurrido. No se equivocaba, tras seis años de trabajo con ingenieros y metalúrgicos nació la Safety Razor (cuchilla segura), la primera desechable para afeitar.

King Camp Gillette había nacido en Wisconsin (EE UU) en 1855. Su padre fue agente de patentes, regentó una ferretería y le apasionaba inventar. Su madre escribía libros de cocina. En este ambiente creativo comienza su pasión por las innovaciones, sin mucha suerte al principio. Pero cuando trabajaba en la empresa de embotellado Crown Cork & Seal en Boston, un compañero le da la mejor pista: debe buscar algo que, una vez que se use, haya que tirar y el cliente tenga que ir a por más.

Cronología

1895. King Camp Gillette tiene la idea de una máquina de afeitar con cuchilla desechable.

1901. Seis años después, es una realidad y comienza su comercialización. Acaba de surgir la Safety Razor.

1915. Se lanza la primera maquinilla para la mujer, la Mylady Décolleté.

1917. Estuche de afeitado para los soldados estadounidenses que participaron en Europa en la I Guerra Mundial.

1925. El ritmo de ventas alcanza los 15 millones de máquinas y 623 millones de hojas.

1953. Sale a la venta la espuma de afeitar de la marca.

1955. Compra la empresa Paper Mate.

1967. Comienza la producción en España, en Alcalá de Guadaíra (Sevilla), donde se ensamblan manualmente maquinillas de afeitar. En 1970 se comienza a fabricar la desechable Blue y absorbe la producción de la hasta entonces competidora Filomatic.

1968. Compra Braun, en el incipiente mercado del afeitado en seco.

1971. Comienza a venderse GII, la primera máquina con dos hojas.

1984. Adquisición de Oral B, de higiene dental.

1989. Gillette Sensor, que incorpora muelles para adaptarse mejor a los contornos del rostro.

1994. Gillette cierra la factoría sevillana, que emplea en esos momentos a 264 trabajadores.

1998. Nuevo lanzamiento. Máquina con tres hojas, la Match3.

2004. David Beckham, estrella del fútbol y galáctico del Real Madrid, ficha como imagen de Gillette.

2005. Procter & Gamble compra Gillette por 44.000 millones de dólares.

2006. Gillette Fusion, con cinco hojas en la parte delantera y una sexta detrás.

2010. Proglide, con hojas más finas y un modelo eléctrico con vibración.

Dice la historia de la compañía que un día Gillette trató en vano de afeitarse con su navaja, pero la cuchilla no estaba suficientemente afiliada. En el camino al barbero se le ocurre la idea: un mango de madera fijo y una cuchilla intercambiable de acero. En 1901 la patente está lista y comienza a venderse. Al finalizar el año 1903 tan solo habían vendido 51 máquinas y 168 hojas. En diciembre de 1904 las ventas ascendían a 90.884 máquinas y 123.648 hojas. En 1906 la compañía inició su expansión internacional con oficinas en Londres, París, Canadá y México. “La pequeña compañía se movía deprisa y tenía una visión global del negocio”, se señala en un documento de la marca. “No hay otro artículo para uso personal tan conocido universalmente y distribuido tan ampliamente como la cuchilla Gillette. En mis viajes, las he encontrado tanto en pueblos perdidos de Noruega como en el corazón del desierto del Sahara”, aseguraba el propio Gillette 25 años después. La cara del fundador aparecía en todos los envoltorios de la Safety Razor, convirtiéndole en un hombre sumamente famoso. En la actualidad, más de mil millones de personas en todo el mundo utiliza uno o más de sus productos.

En 1915 aparece la primera maquinilla para la mujer, con el nombre de Mylady Décolleté. El eslogan no menciona la palabra afeitado, que ya entonces resultaba demasiado masculina: “El método más seguro e higiénico para tener unas axilas suaves”, reza el anuncio. La intervención de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial marca un punto de inflexión en la historia de la compañía, que lanza un estuche de afeitado adornado con insignias militares y marinas al precio de cinco dólares. Millones de jóvenes americanos llevaron el estuche al frente. En 1921 caduca la patente y se enfrenta a los competidores. Durante la Gran Recesión, en 1932 lanza las Blue Blade, en el mismo año que su fundador fallece, y en 1938 las Thin Blade, dos modelos más económicos.

Desde los siguientes años, la firma introduce continuas innovaciones y diversifica el negocio. En 1955 compra la compañía de bolígrafos Paper Mate. En los sesenta lanza la maquinilla totalmente desechable. En 1968 adquiere Braun para hacerse con un competidor, en este caso de afeitado en seco. Y tiene que hacer frente a la competencia de Wilkinson y Bic. En 1971 comienza otra revolución. Lanza la GII, la primera máquina con dos hojas. En 1998 pasan a ser tres, con la Match3. En 2006, presenta su Gillette Fusion, con cinco en la parte delantera y una adicional en la trasera. En 2010 llega la Proglide, con una versión que vibra.

A su vez, sigue adquiriendo compañías como Oral B y Duracell. La historia de la firma en España también tuvo malos momentos, como cuando en 1994 cierra su factoría en Sevilla, abierta desde 1967, para deslocalizar la producción a otros países y algunos políticos y sindicalistas llaman al boicot de sus productos.

En enero de 2005, Procter & Gamble (P&G) (1.300 empleados en España), compra Gillette por 44.000 millones de euros y pasa a ser una marca más del gigantesco conglomerado, que vende por valor de 61.915 millones, de los que un 9% corresponde al cuidado masculino.

Beckham, el primer galáctico que fichó por la marca

Desde sus comienzos, la compañía tuvo la idea de ligar deporte con el cuidado de la imagen del hombre gracias a su publicidad y patrocinios. Ya en 1910 anunciaba su cuchilla de acero desechable en periódicos de EE UU con la imagen de jugadores de béisbol.

En la década de los cuarenta, con el boom de la televisión en EE UU, comenzó a patrocinar espacios televisivos como el Gillette Cavalcade of Sports, donde aparecieron los legendarios boxeadores Rocky Marciano, Sugar Ray Robinson y muchos otros.

La presencia de la marca se hizo habitual en todas las grandes ligas y competiciones globales, como la Copa del Mundo de fútbol desde los años setenta.

En 2004, el futbolista David Beckham se unió a la familia Gillette, en un momento en el que era más que un galáctico, era una imagen a la que toda compañía quería asociarse. Le siguieron otro trío de estrellas: Tiger Woods, Roger Federer y Thierry Henry. Este verano han patrocinado a la selección española con Iniesta y Casillas como principal imagen, además de a Leo Messi.

Sobre la firma

Alfonso Simón Ruiz
Graduado en Economía y máster de Periodismo UAM / EL País. En Cinco Días desde 2007. Redactor especializado en información empresarial, especialmente sobre el mercado inmobiliario, operaciones urbanísticas y, también, sobre la industria farmacéutica y compañías sanitarias.

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