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Correo a los trabajadores de Gowex

García se despide de la plantilla con un poema de Kipling

Jenaro Garcia, fundador de Gowex.
Jenaro Garcia, fundador de Gowex.

El expresidente de Gowex, Jenaro García, ha enviado a las 6.00 horas de este martes un correo electrónico a sus trabajadores en el que pide perdón por el “daño irreparable” causado a la compañía, les exculpa de toda responsabilidad y pone sus acciones a disposición de la empresa.

“Estoy seguro de que habéis quedado altamente decepcionados con mi comportamiento y no es para menos. Sé que he causado un daño irreparable a todos vosotros y a muchos de vuestros amigos y familias”, señala García en las primeras líneas del correo al que ha tenido acceso Europa Press.

En los primeros párrafos el expresidente de Gowex asume toda la responsabilidad sobre el fraude de las cuentas y pide perdón. “Carezco de credibilidad”, asume, al tiempo que señala que será difícil reparar el daño causado. “Sé que el perdón que pido y ponerme a disposición de la justicia colaborando con ella como estoy haciendo, no es suficiente”, añade.

Si bien, con “desolación” lanza un mensaje claro a los empleados de Gowex, que ayer se autoexculparon y se situaron al margen de los problemas de la empresa: “Siempre os excluiré de cualquier tipo de relación con los hechos negativos de esta situación. No faltaba más”.

El mejor proyecto del mundo

Asimismo, García dice en el correo electrónico que sus acciones están a disposición y que si se encuentran inversores, “serán la parte que se pueda capitalizar y por lo tanto no perjudicar, mejor dicho, perjudicar menos a los accionistas”.

Este perjuicio, desvela, ha llegado ya a su entorno familiar. “He invertido aquí todo mi dinero que incluso me he endeudado para poder sostener la acción las últimas semanas”, señala, para añadir a renglón seguido: “Asimismo he metido a mi familia y amigos como inversores y como proveedores”.

Con todo, García indica en el correo que Gowex tiene futuro e incluso mantiene el tono de arenga hacia los trabajadores como el día anterior a su confesión. Así, asegura en letras mayúsculas que son “gente extraordinaria” y les anima: “Nadie en el mundo ha pasado por una experiencia laboral y humana como la que estáis pasando y vais a pasar”.

“Yo no me iría de Gowex por nada del mundo, dado que va a forjar el carácter y personalidad de los que decidan realizar la travesía”, insiste, antes de pedirles que trabajen “codo con codo con los directores”. “Y que no lo hagáis por mi, sino que lo hagáis por vosotros”, llega a decir.

“Siempre estoy en proyectos y ahora estoy en un nuevo proyecto que es el de asumir las consecuencias de mis actuaciones y tratar de reparar el daño infringido y hacerlo con dignidad, aprendiendo de ello y haciéndome más fuerte como he hecho siempre”, señala García en los últimos párrafos.

Para terminar, Jenaro, que firma el correo a sus trabajadores con un familiar “Jero”, les remite íntegro el célebre poema de Rudyard Kipling “If”, que habla de la fortaleza y la capacidad de seguir el propio camino ante las adversidades.

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