El sector exterior busca su punto de equilibrio
El pinchazo que ha registrado el sector exterior en la primera mitad del año ha obligado al Ejecutivo a utilizar grandes dosis de pedagogía para tratar de evitar que se cometan los mismos errores que en 2010. En esa fecha, la economía española salió de la primera recesión y nada hacía presagiar que entraría en una segunda que se prolongaría durante nueve trimestres. Las empresas que habían aprovechado el desplome de la demanda interna y de la inversión para iniciar en 2009 su aventura en el exterior la abandonaron y retomaron su interés por el mercado interno, frenando el proceso de internacionalización. Tan solo un año después se produjo la segunda recesión y muchas empresas tuvieron que volver a mirar fuera para sobrevivir.
Las exportaciones tan solo han crecido un 1,4% en el primer cuatrimestre de este año, un ritmo sensiblemente inferior al 3,8% de 2012 y al 5,2% de 2013. Incluso en abril cayeron un 3,7% respecto al mismo mes de 2013. Un bache que el Ejecutivo cree que ha sido puntual y que se corregirá en la segunda parte del año. El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, considera que en la caída de las exportaciones ha tenido un peso fundamental la menor actividad en los países emergentes y la apreciación del euro (el cambio en lo que va de año ha sido de 1,36 euros), lo que penaliza las ventas de las empresas españolas a los mercados fuera de la zona euro
Nuevo récord histórico
Las exportaciones de bienes y servicios en España registraron un nuevo máximo histórico al llegar en 2013 a los 349.120 millones de euros, un 34,1% del PIB. Es el tercer nivel más alto de la Unión Europea, tan solo superado por Alemania (50,6%) y Holanda (88,3%).
Las encuestas que realiza trimestralmente Economía a las empresas exportadoras auguran que éstas prevén un aumento de pedidos para los dos próximos trimestres y ese es el argumento que les sirve para garantizar una mejoría que compensará la debilidad del primer semestre. Pese a ello, el secretario de Estado de Comercio es consciente de que no se van a repetir los crecimientos de años anteriores y que la aportación al crecimiento del PIB va a ser sensiblemente inferior. En 2012, el sector exterior proporcionó 2,5 puntos de crecimiento; en 2013 fueron 1,5 puntos y la previsión para este año es que no llegue a las cuatro décimas. Todo lo contrario que la demanda interna, que de restar va a pasar en tres años a sumar ocho décimas al crecimiento.
En ese nuevo escenario de menor crecimiento de las exportaciones y de menor contribución al PIB, el Ejecutivo trata de concienciar a las empresas de la importancia de proseguir en la senda de moderación salarial como la principal vía para generar competitividad. En 2011, la variación salarial media pactada en convenio fue del 1,98%, porcentaje que bajó al 1,02% un año después y al 0,54% en 2013. En lo que va de año, las alzas salariales se han mantenido en el entorno del medio punto, algo que el secretario de Estado de Comercio considera imprescindible para garantizar la competitividad de las empresas en el exterior.
La otra prioridad es seguir manteniendo el ritmo de crecimiento de las empresas que exportan y sobre todo fuera de los mercados tradicionales de la zona euro. La base de empresas exportadoras ha crecido exponencialmente desde el inicio de la crisis, pasando de 107.579 compañías en 2009 a 150.992 a finales de 2013. Pero la principal prioridad es elevar el porcentaje de empresas que exportan regularmente (cuatro años seguidos) que se ha mantenido estable en 40.000 empresas.