El motor, llave para reindustrializar
El Plan PIVE6 aprobado por el Gobierno el viernes es la continuación de una ya larga política de apoyo a un sector que ha mostrado su eficacia. Dotado con 175 millones, es sencillamente una ampliación del PIVE 5 –aprobado en enero por la misma cantidad y ya agotado– para que este no se interrumpa dada su buena acogida. Conviene no olvidar que estas ayudas se dirigen incentivar la compra de vehículos eficientes, y de hecho los cinco planes agotados hasta ahora han supuesto la compra de 540.000 unidades “menos contaminantes”. La patronal Anfac asegura que esta renovación impulsará la compra de otros 175.000 vehículos y tendrá unos efectos dinamizadores sobre la economía, incluida la recaudación fiscal, de casi 2.000 millones de euros, algo bueno para fabricantes, distribuidores, concesionarios y, en fin, para los ciudadanos. La industria del motor ha sabido lidiar la crisis con un esfuerzo compartido, en el que la flexibilidad laboral, la mejora de competitividad y las nuevas inversiones han ido de la mano. Como dice en estas páginas el vicepresidente de Anfac, Mario Armero, el motor va a ser clave en el renacimiento industrial de España y seguro que llegarán nuevas inversiones. Mejor que prolongar sin fin la política de ayudas, ayudará a ello despejar debilidades como los elevados costes energéticos.