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Cree que la quiebra de parte del sector se llevará el 3% del PIB

El BCE calcula en 30.000 millones el coste de la crisis de las cajas españolas

Ignacio Angeloni, miembro del consejo supervisor del BCE.
Ignacio Angeloni, miembro del consejo supervisor del BCE.

El miembro del consejo supervisor del BCE, Ignazio Angeloni, calcula que el rescate de las cajas de ahorros españolas costará al contribuyente alrededor del 3% del producto interior bruto (PIB). Lo que supone alrededor de los 30.000 millones de euros. Considera que tras llevarse a cabo las pruebas de solvencia, los bancos podrían “acompañar con oferta el aumento de peticiones de crédito”. Angeloni, pese a todo, alabó la función de las cajas.

Angeloni fue claro ayer al comparar la crisis que han sufrido las cajas de ahorros españolas con las que padecieron sus homólogas estadounidenses en los años ochenta. El miembro del consejo supervisor del Banco Central Europeo (BCE) explicó que en ambos casos la crisis de estas entidades de crédito se debió a la debilidad de los gobiernos corporativos y de los sistemas de control interno y al exceso de riesgo, sobre todo inmobiliario.

En el caso de Estados Unidos, la caída de las cajas de ahorros duró 10 años y fue el origen del cierre de la mitad de las instituciones financieras que funcionaban en el país. Y explicó que al final, costó al contribuyente un 3% del PIB estadounidense.

Para el bolsillo del contribuyente español, Angeloni calculó que el coste iba a ser similar, como lo fue también las causas de la crisis. Considera así que el esfuerzo que tendrá que realizar España para costear el rescate será también del 3% del PIB nacional. Traducido en euros este porcentaje supone que la crisis de las cajas iniciada en 2007 se comerá unos 30.000 millones de euros.

Ignazio Angeloni, que pronunció una ponencia en el marco del II Financial Meeting, organizado por la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), repasó la crisis de las cajas de Estados Unidos producida en los años 80, y la calificó como la mayor del sector. Entonces, las cajas suponían el 22% del sistema bancario y acumulaban el 50% de los préstamos hipotecarios. “La crisis de las cajas en España muestra características similares”, apuntó.

Explicó que después de abrir las barreras geográficas provinciales allá por 1988, las cajas multiplicaron por tres el número de sucursales y por cinco los créditos entre 1992 y 2004. Y añadió que tras la caída del modelo, el número de cajas pasó de 45 a 13, las oficinas quedaron reducidas a una tercera parte y el número de empleados a una cuarta parte. “El coste para el sector público, aunque difícil de determinar con precisión, será similar, teniendo en cuenta el tamaño de la economía, al estadounidense”, aclaró este directivo del BCE.

La conclusión a la que llega Angeloni es que la liberalización y desregulación deben ir de la mano de una fortaleza de gobierno en las entidades y de mayor transparencia y control, además de la necesidad de tener una supervisión prudencial.

El consejero del BCE, pese a todo, alabó los esfuerzos realizados en la reestructuración del sector de cajas españolas y considera su transformación un hito histórico que se recordará durante mucho tiempo. También defendió el papel de las cajas en la sociedad, y sobre todo, frente a la exclusión financiera. “La vocación del sector de servicio a los segmentos de clientes de renta baja media, proporcionándoles asesoramiento de sus inversiones y ahorros, es después de esta crisis si cabe más necesaria que nunca”, explicó.

El directivo del BCE, afirma que con la Unión Bancaria, que se pondrá en marcha el 4 de noviembre, “se abre una nueva manera de trabajar en Europa” que permitirá “la identificación de los bancos no viables y la intervención de los bancos que fracasan o que están a punto de quebrar”.

También aprovechó su ponencia para despejar varias dudas sobre los exámenes a los que se tiene que exponer la banca europea en estos meses. Así, frente a la opinión generalizada del sector de que con los test de estrés la banca será más prudente y cerrará aún más el grifo del crédito, Angeloni cree que sucederá lo contrario, que podría fluir más el crédito, pero tampoco fue muy optimista en este caso. “El objetivo es que fluya el crédito. Una vez que concluya la evaluación tendremos mayor certidumbre sobre el sector bancario. Confiamos en que cuando tengamos certidumbre es posible que los bancos puedan acompañar con oferta el aumento de peticiones de crédito”, declaró.

Recordó que los resultados de las pruebas de estrés a la banca se conocerán en otoño y que en ellas participan 118 bancos, de los cuales 16 son españoles y de ellos 10 eran cajas.

"Nos jugamos mucho"

Angeloni señaló que “nos jugamos mucho con la Unión Bancaria” y reconoció que “no podemos fallar”. Ante un selecto grupo de directores de las antiguas cajas (antes del acto CECA había celebrado su consejo) destacó la importancia de la Unión Bancaria y precisó que supondrá “un gran hito histórico que cambiará el marco regulatorio en Europa. El Mecanismo Único de Supervisión y la evaluación de los bancos son compromisos adquiridos en los que el éxito de cada uno de los actores involucrados –bancos, países, autoridades nacionales y el BCE– requiere e implica el éxito de los otros. Y el BCE pone todo su esfuerzo y compromiso para que este camino sea un éxito”, declaró. Cree que la banca requiere una regulación estricta. “Cumple una función importante en la sociedad y a la vez delicada, por lo que necesita una sólida supervisión preventiva”.

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